La contaminación ambiental es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos. La presencia de componentes nocivos en el medio ambiente está originada principalmente por causas derivadas de la actividad humana, como la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero o la explotación desmedida de los recursos naturales. La contaminación no solo afecta a los ecosistemas, al derretimiento de los casquetes polares o al aceleramiento de la destrucción de la capa de ozono, sino que también influye directamente en la salud de las personas, especialmente en la de aquellas que viven en grandes ciudades.
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Efecto perjudicial prolongado
Numerosos estudios han demostrado que existe relación directa entre buena parte de las muertes por problemas cardiovasculares y respiratorias y la polución. Las investigaciones que tratan de medir el impacto de la contaminación sobre la salud humana continúan sucediéndose y, una de los últimas, realizada por Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas (Grecia) y publicada en la revista de la Sociedad Europea de Cardiología, ha simulado la contaminación urbana de la ciudad para estudiar sus efectos. El análisis, que ha sido catalogado por la comunidad científica como "único" al imitar los niveles de contaminación del centro de una ciudad, arroja información alarmante y concluye que respirar aire contaminado durante dos horas afecta negativamente al corazón y a los vasos sanguíneos durante todo un día.
"Después de dos horas de respirar aire contaminado, los participantes del estudio mostraron los primeros signos de la enfermedad cardiovascular y los efectos duraron 24 horas. Incluso manteniendo los niveles de contaminación bajo límites seguros en el experimento, los efectos pueden ser devastadores para la salud cuando se repiten con frecuencia, como ocurre en los habitantes de las ciudades", explica el investigador Dimitris Tousoulis. Para llegar a estas conclusiones, 40 voluntarios sanos fueron expuestos a los gases de escape de diésel y a niveles de monóxido de carbono y otros contaminantes, que se asemejaron a los de los centros urbanos, durante dos horas en un laboratorio especialmente diseñado y herméticamente sellado. Durante el período de estudio, los participantes evitaron el alcohol, la cafeína, el tabaco y los cambios bruscos en la dieta.
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Situación de 'emergencia'
Los investigadores midieron aspectos que establecen la salud cardiovascular como la función y la flexibilidad de los vasos sanguíneos, el ritmo cardíaco, la coagulación de la sangre y la inflamación. "Evaluamos los pasos clave detrás del proceso de bloqueo de los vasos sanguíneos y, eventualmente, la causa de un ataque al corazón o un derrame cerebral. Los resultados son claros: la exposición a corto plazo a los gases del diésel impacta simultáneamente en estas etapas, con efectos duraderos", explica Tousoulis, quien ha incidido en la necesidad de establecer medidas de salud pública más eficientes para mejorar la calidad del aire en las ciudades y prevenir ataques cardíacos, así como accidentes cerebrovasculares innecesarios.
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