Es posible que si estás leyento este artículo hayas sido uno de los millones de personas que han seguido La isla de las tentaciones. Aunque el programa ha arrasado en audiencia durante todas las emisiones, su final reunió a 3.618.000 espectadores, ha batido récords con un increíble 30% de cuota de pantalla.
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Este fenómeno social ha acaparado todas las conversaciones entre amigos, tertulias en diferentes formatos televisivos y memes en las redes sociales. El grito de rabia de Christofer hacia Fani (¡Estefaníaaaaaaaaa!), su novia, tras ver las imágenes de su infidelidad con Rubén traspasó canales y pudo escucharse desde en una de las galas de Operación Triunfo hasta en la entrega del premio a mejor actriz en la ceremonia de los Goya, antes de que Belén Cuesta se convirtiera en ganadora. Los datos del reality, aunque por debajo de Gran Hermano Vip 7, es digno de estudio porque la mayoría de los vídeos se han convertido en virales. ¿A qué se debe este espectacular éxito?
La atracción que provocan los personajes y situaciones reales
Según el psicólogo Jesús Linares, "cuando los formatos, ya sean películas o reality shows, tienen un componente real, las personas tienden a poner su foco de atención ahí. El hecho de poder de ver las miserias de gente ajena nos da cierto morbo y lo podemos ver sin que nos perjudique. Es como si fueramos un poco voyeur. Además, todos los problemas que tienen las parejas y que aparecen en este tipo de programa, como los celos o las infidelidades hacen que muchos se sientan identificados y puedan comparar sus propias relaciones con las que están viendo en la televisión. Para explicarlo de otra forma, es como si un marido o una mujer se creyese superior moralmente al ver que otro engaña a su pareja y ellos no lo hacen", continúa el experto. Pero además Jesús Linares cree que hay otra cara de la moneda. "La gente que ha sido infiel o que lo será se siente mejor porque ver que estas situaciones ocurren normaliza que ellos lo puedan hacer y no se sientan tan culpables si ocurre", explica.
Esto a lo que se refiere el psicólogo es lo que se conoce como 'Schadenfreude', un término de origen alemán que hace referencia al placer de disfrutar viendo el mal ajeno. Hay varios estudios que aseguran que, cuando lo experimentamos, nuestro organismo genera dopamina, un neurotransmisor presente en diversas áreas del cerebro que nos provoca bienestar.
Así pues, ver cómo Fani engañaba a su pareja, Susana abandonaba a Gonzalo, las peleas y ataques entre Álex y Fiama o que Andrea mantuviera relaciones con otro chico que no era su pareja ha hecho que la audiencia disfrutara. Este programa que se emite por la noche para un perfil adulto, tiene el problema de que ha arrasado entre muchos jóvenes gracias a las redes sociales. "Es posible que muchos normalicen cosas de las que, a cierta edad, no saben. Existe un cierto peligro en que gente tan joven vea este tipo de contenido, pero Instagram,Twitter y demás redes sociales tienen la culpa de ello", añade el psicólogo. Nos guste reconocerlo o no el reality ha sido todo un éxito de audencia y en mayor o menor medida hemos comentado lo que ha ido sucediendo a estas parejas. ¿Repetirá su segunda temporada las mismas claves?