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Reflexiona unos segundos e intenta contar las veces que has estado mirando hoy una pantalla. Y no solo la del ordenador, sino todas las demás. ¿Ya? Lo repasamos juntas. Probablemente, te habrás despertado y habrás chequeado si tienes algún mensaje pendiente. Al desayunar, habrás repasado las noticias del día en la tableta o te habrás puesto el televisor para estar actualizada. Si has cogido transporte público, ¿cuántas veces habrás comprobado el móvil? O, quizá, has disfrutado de un rato de tranquilidad viendo tu serie favorita. Al llegar al trabajo, lo inevitable: encender la pantalla del ordenador y pasar al menos unas ocho horas frente a ella. ¿Cómo están tus ojos? Cansados, agotados, irritados y secos. Estas son las consecuencias de la exposición continua a las pantallas.
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Un estudio de la Agencia estadística de Europa (Eurostat), realizado entre 2008 y 2015 en 15 países de la Unión Europea, reflejó que los europeos pasan entre dos y tres horas diarias frente a pantallas, adicionales a su jornada laboral, situándose la media española en dos horas y media.
Todo este tiempo acaba afectando a la salud visual. Pero se pueden tomar medidas para que no nos afecte tanto. Así lo indican expertos de Loopa, que han elaborado un decálogo para proteger la vista del uso y abuso de las pantallas. Y es que, cuidar nuestra visión es vital, puesto que se cree que el 90% de la información que nos llega del exterior lo hace por este sentido, señala un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos.
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La técnica 20/20 que relaja tu vista
Para minimizar las consecuencias de estar siempre con la mirada fija en una pantalla, debes conservar una buena salud ocular. Y para ello, hay que seguir estos consejos:
- Realiza descansos: siempre que estemos frente a una pantalla, se recomienda hacer un descanso de 20 segundos por cada 20 minutos de visionado, fijando la vista en algún objeto que esté, al menos, a una distancia de 6 metros.
- Hazte un masaje ocular: podemos relajar la vista si trazamos un cuadrado imaginario con el globo ocular, en una y otra dirección, realizando una parada antes de cambiar de sentido. Se deben mantener los ojos cerrados y la cabeza erguida y se recomienda repetir el movimiento 10 veces en cada dirección.
- Intenta dormir lo suficiente: dormir 8 horas al día puede parecer un consejo demasiado simple, pero no todo el mundo lo cumple y si el cerebro no está bien oxigenado, se refleja también en la vista.
- Lleva una alimentación sana: además de hacer cinco comidas variadas al día, los alimentos más indicados para ayudar a tener una visión perfecta son las espinacas, el melón, los huevos, la zanahoria, la leche y sus derivados, la naranja, el salmón, el pimiento, el perejil y el hígado de vaca o pollo.
- Protégelos: se recomienda utilizar gafas de sol siempre que se salga a la calle; así se evitarían los efectos negativosde los rayos UVA y no se forzarán los ojos.
- No te frotes los ojos: podemos tener las manos sucias y cualquier partícula podría entrar en nuestros ojos y crearnos alguna infección o perjudicarnos la visión.
- Buena higiene de gafas o lentillas: es necesario mantener siempre una buena higiene, tanto de gafas, manteniendo limpios los cristales, como de las lentes de contacto, observando cuidadosamente las especificaciones del fabricante. La ventaja de las lentes de contacto diarias es que son desechables al final del día, por lo que no requieren un mantenimiento especial.
- Prevención: es primordial acudir al oftalmólogo o a una óptica si notamos problemas oculares, como visión doble o borrosa, irritación, molestias, dolores de cabeza, fatiga. Tras un examen ocular, podrán descatar que haya algún problema que afecte a la visión o que se necesite el uso de gafas o lentes de contacto.
- No te saltes la visita al oftalmólogo: aunque no sufras ningún problema visual, es importante que te realices una revisión anual. Además, es necesario si tienes algún problema de visión, como miopía, hipermetropía, astigmatismo o vista cansada, puesto que puede haber variado la graduación.
- Infórmate: antes de tomar algún medicamento o comprarse gafas o lentillas, es necesario haberse informado previamente en una consulta médica, para saber el problema que tenemos o la graduación, porque si no, podríamos agravarlo en vez de solucionarlo.
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