hematoma intracraneal© Gtresonline

¿Cuál es el riesgo de un hematoma intracraneal, como el de Joaquín Sabina?

Tras un traumatismo o golpe en la cabeza, se puede producir un hematoma intracraneal. Su gravedad dependerá del tipo, su localización y expansión.


Actualizado 13 de febrero de 2020 - 23:33 CET

Un hematoma intracraneal por un traumatismo o golpe en la cabeza (traumatismo craneoencefálico), como el que ha sufrido el cantautor Joaquín Sabina, tras caerse del escenario, es una situación que puede ser grave dependiendo del tipo de hemorragia que se haya producido. Para entender cuáles son los riesgos hablamos con el doctor Pablo Eguía, vocal de la Sociedad Española de Neurología.

Para ti que te gusta

Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!

Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.

Este contenido es solo para suscriptores.

Suscríbete ahora para seguir leyendo.

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

¿Cuál es el riesgo de un golpe en la cabeza?

Todos nos hemos golpeado la cabeza en algún momento de nuestra vida. Incluso nos ha sucedido en varias ocasiones. Es muy probable que la contusión haya terminado en un ‘chichón’, sin otra repercusión grave. Sin embargo, hay veces en que las consecuencias pueden ser más graves. Un golpe en la cabeza puede producir la rotura de los vasos sanguíneos que se encuentran entre el cráneo y el cerebro. Esta sangre se puede acumular y formar un hematoma que pueda dañar las funciones cerebrales. Si el hematoma no se drena, la vida del paciente puede estar en peligro.

“Ante un traumatismo en la cabeza debemos valorar una serie de respuestas para determinar si puede haber una hemorragia o hematoma”, indica el doctor Pablo Eguía. Por ejemplo, si ha habido conmoción cerebral o pérdida de consciencia, los especialistas consideran que el golpe ha sido lo suficientemente fuerte como para que se pueda producir la rotura de vasos y haberse producido un hematoma intracraneal.

- Relacionado: Cómo actuar ante los golpes en la cabeza

¿Qué es un hematoma intracraneal?

Un hematoma intracraneal es la acumulación de sangre fuera del sistema circulatorio debido, como decíamos, a la rotura de un vaso sanguíneo producida, generalmente, por un traumatismo. Dependiendo del tipo de hematoma, su desplazamiento y localización puede producir daño cerebral. Recordemos que el cerebro es el órgano más complejo del cuerpo humano. Es responsable del movimiento, las percepciones, las sensaciones, las emociones, el habla, la memoria, identidad, etc.

Los hematomas reciben diferentes nombres según su localización:

Hematomas epidurales: se forman entre el cráneo y la capa externa del tejido, denominado dura madre, y que cubre el encéfalo (meninges). Este tipo de hematomas tienen más riesgo puesto que se expanden rápidamente y comprometen la vida del paciente si no se tratan. Es posible que el paciente no manifieste ningún síntoma al principio, sino al cabo de unos minutos.

Hematomas sudurales: se forman entre la capa externa y la capa media (aracnoides). Su expansión es más lenta. Al igual que en el hematoma epidural, es posible que el paciente no manifieste síntomas hasta horas o, incluso, una o dos semanas después. En gente mayor, los síntomas de este tipo de hematomas, como las alteraciones de la memoria o la torpeza, pueden confundirse con una demencia. También es posible que el paciente no recuerde cuándo se ha golpeado la cabeza.

Hematomas intracerebrales: se producen dentro de cerebro y pueden deberse a traumatismos o ser espontáneos por rotura de una arteria a causa, por ejemplo, de una hipertensión. Este tipo de hemorragias no se suelen operar, aunque dependerá del tamaño y de la presión que esté produciendo en el cerebro. El tratamiento suele ser observación y reposo para ver la evolución del paciente. Generalmente, estos acúmulos de sangre se reabsorben solos, dejando secuelas o no en función del daño producido.

El diagnóstico del hematoma intracraneal se realiza tras analizar los resultados de una tomografía computarizada (TC) o escáner.

- Relacionado: Dolor de cabeza: ¿cuándo es necesario acudir al médico?

© Gtresonline

Joaquín Sabina sufrió la caída del escenario, tal como explicó él mismo, cegado por un foco. Al principio, el cantautor, que volvió a subir al escenario media hora después del accidente para anunciar que debía cancelar el concierto, solo se quejó de fuertes dolores en el hombro. Y fue ingresado por traumatismo en el hombre y torácico. Sin embargo, al día siguiente fue intervenido porque los médicos consideraron que debían drenar el hematoma intracraneal que se había producido debido al traumatismo craneoencefálico que sufrió. 


Síntomas de alarma

Como decíamos, ante un traumatismo en la cabeza hay que valorar, en primer lugar, si ha habido pérdida de consciencia, puesto que esta suele ser determinante para sospechar que pueda haberse producido una hemorragia.

No obstante, también hay que estar atentos a otras señales de alarma, incluso días después. Por ejemplo:

  • Dolor fuerte de cabeza
  • Somnolencia
  • Confusión
  • Cambios en la memoria
  • Torpeza al hablar o al caminar
  • Parálisis del lado del cuerpo opuesto a la lesión

Tratamiento de un hematoma en la cabeza

Dependerá del tipo de hematoma, su desplazamiento y localización. Los hematomas epidurales y los subdurales suelen requerir una intervención quirúrgica que consiste en colocar un drenaje para evacuar la sangre.

Se trata de una operación no exenta de riesgos. En cuanto al pronóstico, “preferimos no hacer vaticinios y esperar, día a día, para determinar si la evolución es buena”, indica el doctor Pablo Eguía. En cualquier caso, la rápida intervención y la pericia del cirujano es vital en este tipo de hematomas.

Pacientes de más riesgo

Por último, hay que destacar que los pacientes que están tomando fármacos antiagregantes (como la aspirina) o anticoagulantes (como el sintrom) tienen más riesgo de sufrir complicaciones por una contusión, puesto que la fragilidad capilar es mayor y la probabilidad de hemorragia también se incrementa, incluso, cuando el golpe es leve.