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Estas son las variedades de yoga que tienes que tener en cuenta este año

En función de las preferencias de cada persona, nos encontramos con estilos más o menos activos. La clave está en elegir el que mejor nos va


Actualizado 6 de febrero de 2020 - 13:11 CET

Poco a poco, el yoga se ha colado en nuestras vidas y ha conseguido cautivar a cada vez más personas -celebrities incluidas-, que no dudan en aprovechar las bondades de una disciplina que ayuda a mejorar cuerpo y mente. Y hay variedades para todos los gustos, con modalidades más o menos activas. “El yoga actualmente se está reinventado, no hay una tendencia marcada, sino que se dice que hay un tipo de yoga para cada persona”, nos contaba Anna Nickolaeva, instructora en el hotel Barceló Illetas Albatros, considerando que según el tipo de personalidad o de los objetivos que tenga cada persona, tenemos a nuestra disposición una modalidad u otra, "ya sea más espiritual o más deportiva". Partiendo de esa base, ¿cuáles son las que están llamadas a triunfar este año? En opinión de Vanessa Sikale, que ha sido instructora de yoga, por ejemplo, de Paula Echevarría, siguen en auge las variedades Vinyasa, Power y Ashtanga yoga. “Por lo que puedo observar en mi trabajo en gimnasios y estudios de yoga, la gente cada vez reclama más una actividad de cuerpo y mente, pero que les haga sudar y sentir el trabajo. No sé si son conscientes, pero tiene mucha lógica, ya que una práctica más activa les lleva más fácilmente a la meditación. Las disciplinas Vinyasa, Power y Ashtanga yoga son intensas y muy gratificantes”, nos cuenta.

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Pero además, destaca la importancia añadida del mindfullness, así como de las coreografías que combinan yoga, pilates, estiramientos y meditación. Respecto a estas últimas, nos dice que “cada vez van a más, ya que en 50 minutos prácticas sesiones de yoga en las que disfrutas al ritmo de la música, te las aprendes porque se realizan durante dos meses, aprecias rápidamente los avances y beneficios que te aportan y encima incluyen pilates y meditación”.

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Aeroyoga o 'Sup yoga', dos tendencias que siguen en auge

Y no podemos dejar de hablar de otras variedades que siguen pegando fuerte, como el Aeroyoga, tal y como nos explican desde la cadena de Hoteles Barceló. “Mediante su práctica, conectaremos con la tierra y con la mente, garantizando una absoluta relajación y disminuyendo el nivel de estrés, además de tonificar el cuerpo, ganar en elasticidad, mejorar nuestras rutinas posturales, favorecer la circulación sanguínea y aumentar nuestra resistencia”, explica Aude, instructora de esta disciplina de yoga en el Hotel Royal Hideaway Sancti Petri. Esta variedad consiste en una mezcla de yoga y gimnasia acrobática, gracias a la utilización de un columpio formado por telas en suspensión que permiten llevar a cabo posturas clásicas de yoga e invertidas, pero siempre completamente suspendidos en el aire, realizando de esta forma posiciones que en el suelo no serían viables. Junto a ella, los expertos de Barceló también mencionan el Sup yoga, donde de nuevo nos encontramos con una disciplina que se basa en la unión de varias modalidades, en este caso yoga y una tabla de surf. ¿El resultado? Un entrenamiento completo del core, tren superior e inferior, que permite además mejorar el equilibrio, la coordinación y la resistencia.

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Y, por último, no hay que dejar de lado el Bikram yoga. Seguro que ya has oído hablar de esta disciplina que se realiza a 42 grados centígrados, con un 40% de humedad, durante 90 minutos. Pues cada vez gana más adeptos precisamente por las condiciones en las que se realizan las 26 posturas, ya que el calor permite ganar una mayor flexibilidad y obtenemos resultados antes. Durante la práctica se llevan a cabo posiciones básicas del Hatha yoga, lo que facilita la tarea. Durante 90 minutos el objetivo es no pensar en nada más y, en consecuencia, salir de la clase con una dosis extra de felicidad y con la mente y el cuerpo renovados.

¿Cómo elegir la que mejor se adapta a nosotros?

Vistas las opciones, no siempre es fácil decidirse por una o por otra. “La clave es empezar a practicarlo y una vez ahí, pronto sabrás qué variedad se adapta mejor a tus necesidades en ese momento. Hay personas que tienen mucha actividad mental y necesitan una práctica de yoga muy activa para que no les dé tiempo a pensar en otra cosa, que no sea en la sesión que estás practicando, con esto se consigue llegar tan exhaustas a la meditación que no queda otra opción que relajarse. Estas personas necesitan actividad porque tanta quietud les altera”, nos cuenta Sikale, que explica que también se encuentra con clientes que necesitan, por el contrario, menos actividad en su sesión para poder estar estable en las posturas y meditar. “Lo que está claro es que hay yoga para todos, solo tienes que empezar a practicarlo y disfrutar de sus beneficios”, añade.

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Una disciplina milenaria

Preguntamos a la experta si cree que nos gusta probar nuevas experiencias en relación con el yoga y por eso surgen nuevas alternativas. “¡Claro! Nos encanta probar cosas nuevas, en eso se basa en verdad la evolución. Mientras se respeten los principios de cada método, es bueno que el método en sí avance, al igual que avanzan y cambian los tiempos, nuestra forma de ver la vida y entender el cuerpo y el entorno”, nos dice. Y queremos saber si, en su opinión, en el yoga -una disciplina, no olvidemos, milenaria- ya está 'todo inventado' o quedan campos por explorar. “Imagino que habrá tantas respuestas como personas... en mi caso, creo que el yoga está perfecto como está, pero le añadiría aportar al alumno más conocimientos en base a la conciencia corporal, para que así, realmente entienda cada asana (postura), cómo llegar a ella y ser consciente de su posición y hasta donde llegar sin lesionarse. Ese tipo de aporte lo veo fundamental. En mi caso, me resulta imposible no dar pautas y consejos que utilizo en las sesiones de pilates”, añade.

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