Skip to main contentSkip to footer
paulina dureza viaje1

Paulina Villalonga muestra la dureza de su viaje al Polo Sur

La caminata más larga, se le congela la nariz... Seguimos acompañando a la hija de Adriana Abascal y Juan Villalonga en esta aventura épica


Actualizado 6 de febrero de 2020 - 12:44 CET

"Ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida. No solo el viaje, sino llegar a él, recaudando dinero, entrenándome… Pero también fue la cosa más satisfactoria que he logrado. La Antártida es como un espejo en tu cara y eso no siempre es fácil de ver. Es un lugar de profunda reflexión donde uno se desconecta para volver a conectar", nos cuenta Paulina Villalonga. Y es que este viaje ha significado un antes y un después. Había días que ha llegado a hacer ocho o nueve horas de caminata, rodeada por una inmensidad azul y blanca que le ha servido para conocerse más a sí misma y darse cuenta de muchas cosas que, en el día a día, llegan a pasar desapercibidas. "Por primera vez en mi vida solo estaba siendo. Siendo y existiendo lejos de todas las trivialidades de la vida cotidiana. Siendo y existiendo en un lugar donde mi único objetivo era sobrevivir y conectarme", asegura la hija de Adriana Abascal y Juan Villalonga sobre esta expedición en la que tuvo que enfrentarse a momentos muy complicados, como cuando se le congeló la nariz por el frío.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.