Tener una vida saludable es algo al alcance de cualquiera. No hace falta apuntarse a un gimnasio o comprar las cremas más caras del mercado. Es cuestión de conocerte, respetar tus tiempos y organizar las prioridades.
1. Una alimentación variada, nutritiva y rica
Las personas que llevan una vida saludable comen bien. Llevan una alimentación variada, en su despensa y nevera nunca faltan las frutas y verduras, sobre todo de estación. Además tienen conocimiento de proporciones y combinaciones. No abusan de la cantidad y suelen comer cada tres o cuatro horas para evitar los atracones durante la cena.
Por lo general, no tienen alimentos prohibidos, sino que mezclan los grupos de alimentos, frutas, verduras, cereales, carbohidratos, proteínas y grasas, en cantidades justas, otorgándole a cada grupo la importancia que tienen. Si quieres llevar una vida sana no hace falta que te conviertas en chef, pero si que tengas nociones básicas de cómo preparar, servir y cocinar cada alimento. Esto también ayuda a no comer entre horas o picotear durante todo el día.
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2. Tienen una vida vida social activa e interesante
En el apartado interesante también incluímos hobbies o inquietudes que pueden realizarse en solitario como leer, pintar, aprender un idioma o tocar un instrumento. Lo que hace a las personas llevar una vida saludable es el grado de interés que demuestran en diferentes aspectos de la vida. La curiosidad, las ganas de aprender y de compartir tiempo con otros es sinónimo de juventud y de vitalidad.
También significa que destinas parte del tiempo a ti y a lo que te gusta, sentirte querida y apreciada ayuda a elevar los niveles de autoestima y de satisfacción. La vida sedentaria nos lleva, muchas veces, a recluirse en casa y evitar el contacto con los demás. Esto puede ocasionar depresión, angustia y tristeza.
3. Saben cómo organizar su tiempo
Parece difícil pero lo logran a partir de conocer sus prioridades. Qué pueden dejar de hacer y qué no. Puedes utilizar una agenda o aplicaciones móviles que te ayudan a organizar el día, la semana y el mes. Sin embargo, hacer una lista de actividades y situaciones imprescindibles solo dependerá de ti.
Cuando no te sientes agobiada por todo lo que no estás pudiendo hacer descubres que tienes más tiempo del que suponías. Durante el día realizamos muchas actividades que no son necesarias sólo por hacerlas en un mal momento o cuando nuestro cuerpo tiene menos energía. Así, algo que por la mañana podría llevarte una hora, a última hora de la tarde requiere tres. Ordena las actividades según la demanda de energía física o mental que necesites en ellas.
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4. No dejan nunca el ejercicio para mañana
Las personas que llevan una vida saludable saben que la actividad física es un factor imprescindible para lograrla. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda unos 40 minutos diarios.
Si no tienes un deporte favorito o no puedes ir al gimnasio, basta con que lleves una rutina de ejercicios diaria en casa y que modifiques pequeños hábitos, como ir caminando al trabajo o dejar aparcado el coche más horas al día. La constancia es básica para lograr resultados.
5. Cuidan el cuerpo, la mente y el espíritu
Si reparas en las personas que llevan una vida saludable notarás que se cuidan tanto por fuera como por dentro. El cuidado físico significa que prestan atención a los síntomas y realizan análisis de rutina periódicamente. Saben equilibrar el trabajo con actividades que les producen felicidad, con la vida social y en familia. Tienen proyectos y no caen en excesos.
Por último, para lograr una vida saludable es fundamental dormir bien. Mantener ciertas rutinas, como acostarse a la misma hora o dejar el móvil en el salón, ayudan a conciliar el sueño con mayor facilidad.
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