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consumir productos sin lactosa siendo intolerante© Adobe Stock

Dieta

¿Por qué no deberías consumir productos sin lactosa si no eres intolerante?

La leche sin lactosa solo es más ligera para las personas que tienen intolerancia.


Actualizado 22 de enero de 2020 - 12:24 CET

La lactosa es un azúcar presente en la leche de manera natural. Representa el 5% de la composición de este lácteo y tiene un papel importante en la absorción del calcio. Nuestro organismo produce lactasa, una enzima que divide a la lactosa en azúcares simples capaces de ser absorbidos por el intestino sin dificultad.

Las personas con intolerancia a la lactosa no producen esta enzima o la producen en muy baja cantidad. Esto hace que su organismo no pueda absorber este azúcar de manera natural. A las leches o productos sin lactosa que se venden en cualquier tienda de alimentación se les aplica el sistema natural de digestión de la lactosa, añaden a la leche levaduras que fermentan y producen lactasa, al igual que hace el cuerpo humano. Por eso son productos creados para las personas con intolerancia a esta sustancia.

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Cuidado con el consumo habitual de estos productos si no eres intolerante

Si has probado la leche sin lactosa o si en ocasiones la consumes, no debería suceder nada extraño en tu organismo. Sin embargo, si lo haces de manera habitual y no eres intolerante a la lactosa podrías generarte una intolerancia. 

Consumir productos sin lactosa si no eres intolerante a esta sustancia podría generarte problemas © Adobe Stock
La lactosa es un azúcar presente en la leche de manera natural. Representa el 5% de la composición de este lácteo y tiene un papel importante en la absorción del calcio. Nuestro organismo produce lactasa, una enzima que divide a la lactosa en azúcares simples capaces de ser absorbidos por el intestino sin dificultad. 

Cuando consumimos leche sin lactosa nuestro cuerpo no tiene que sintetizar la enzima lactasa, por lo tanto, el organismo podría dejar de hacerlo de manera natural. Otro de los peligros que puede ocasionar el consumo de los productos sin lactosa (sin ser intolerante) es que esta favorece la absorción del calcio, por lo que estaríamos perdiendo un gran aliado.

La intolerancia a la lactosa no es lo mismo que la alergia a la leche, suele prestarse a confusión, pero son patologías diferentes. Las personas que tiene alergia a la leche no pueden consumir la proteína de esta, la lactosa es un azúcar. Por lo tanto, si el diagnóstico es de alergia no se debe consumir ni tocar lácteos, sin importar si llevan lactosa o no.

Es importante mencionar que todas las intolerancias y alergias requieren de un diagnóstico médico. Si notas molestias, hinchazón, urticaria o inflamación recurre a un profesional y que sea este el que prescriba los alimentos que puedes o no consumir.

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¿Son menos calóricas y más ligeras las leches sin lactosa?

La leche sin lactosa tiene los mismos valores nutricionales que la leche común. Con frecuencia asociamos estos alimentos como bajos en grasa y calorías, sin embargo este producto está destinado a las personas que pueden ingerir la leche común, no para ayudar a adelgazar.

Que las campañas publicitarias de este producto lo promocionen como ligero, no significa que, de verdad, lo sean. De hecho, si prestas atención al envase, notarás que no está especificada esta condición en ningún sitio porque no sería legal. Resulta una leche ligera solo si eres intolerante a la lactosa, de lo contrario, no notarás cambios.

La información confusa hace que consumamos menos leche

Según un informe de consumo de alimentación en España realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, anualmente se reduce la ingesta de lácteos en un 0,3%. Sin embargo, las ventas de los productos sin lactosa han aumentado más de un 20% sobre la leche común. 

Según la Asociación de Intolerantes a la Lactosa (ADILAC) alrededor del 30% de los españoles padece esta patología. Como los datos sobre el consumo de leche sin lactosa son llamativamente superiores a la cantidad de personas intolerantes, se deduce que los efectos publicitarios producen confusión en el consumidor habitual de lácteos, creyendo que la leche sin lactosa es más ligera o light.

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