Despertarnos cansadas puede llevarnos a tener un mal día, e incluso, a mostrarnos irritables ante nuestros compañeros o gente cercana. Aunque en ocasiones no pensamos en los motivos que nos han llevado a ello, dormir bien depende de nosotros mucho más de lo que llegamos a pensar. Y es que la falta de sueño no solo nos lleva a estar irritables, sino también a ganar peso o a caer en una profunda depresión. Un descanso que puede verse perjudicado, entre otras razones, por la mala alimentación. En concreto, por la falta de vitaminas, especialmente por la llamada vitamina del sol.
Vitamina D y somnolencia, una relación compleja
Tanto es así que su calidad está relacionada con la vitamina D, pues si el nivel es bajo puede llevar a sufrir somnolencia durante el día. Así lo demuestra una investigación que ha publicado Journal of Clinical Sleep Medicine, basada en 81 pacientes aquejados por trastornos del sueño y que en su mayoría padecían apena obstructiva del sueño. Problema que afecta entre al 5 y el 10 % de la población y cuyos resultados determinaron a través de una muestra de sangre, en base a la escala de somnolencia de Epworth.
"Si bien hemos encontrado una correlación significativa entre la vitamina D y la somnolencia, la relación parece ser más compleja de lo que habíamos pensado en un principio", explica David McCarty, investigador principal del estudio. Hecho que se intensifica en las personas de raza negra, pues, según revelan los especialistas, tener mayor pigmentación en la piel es un factor de riesgo "para un bajo nivel de vitamina D".
No obstante, no es el único estudio realizado en torno a ello, evidenciándose en el análisis que se realizó a un grupo de personas que tenían edades comprendidas entre 20 y 50 años. ¿Cómo? Pues suministrándole durante dos meses esta vitamina a una parte y dando únicamente un placebo al resto. Tiempo después se llegó a la conclusión de que quien consumía la vitamina llegaba a dormir una hora más cada día y, además, su sueño tenía más calidad que el del resto.
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Aunque nadie duda de que tomar el sol con precaución puede ayudarte a adquirir vitamina D, también puedes ayudarte al ingerir alimentos como el pescado azul, los lácteos, los huevos, el zumo de naranja, el aguacate o los champiñones. Sin embargo, obtendrás tan solo un 10 % de esta vitamina a través de la comida. El 90 % restante lo alcanzarás con la exposición a los rayos de sol, siendo muy importante poseerla, ya que se convierte en una hormona llamada calcitriol que provoca que los huesos absorban el calcio. Razón por la que es relevante tener ciertos mínimos. Su déficit te puede llevar a una pérdida de la densidad ósea, fracturas o incluso en niños raquitismo y en adultos debilidad muscular. Al igual que sufrir una intoxicación de esta vitamina, ya que podría dañar tus riñones, provocar desorientación o problemas del ritmo cardíaco.