Cuidar de nuestra flora intestinal es algo fundamental si queremos tener un correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y un buen estado de salud. La flora es una de las grandes olvidadas cuando pensamos en llevar un estilo de vida saludable, sin embargo, tener un nivel adecuado de 'bacterias buenas' en nuestro intestino puede evitarnos numerosos problemas y enfermedades. La flora intestinal nos ayuda a mantenernos en equilibrio, favorece las digestiones, ayudando al organismo a absorber los nutrientes y vitaminas necesarias para su correcto funcionamiento, actúa como barrera ante microorganismos que pueden dañar nuestro sistema inmunitario y favorecer la aparición de bacterias o virus perjudiciales.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Recomendaciones
Nuestra flora intestinal puede dañarse y verse alterada por numerosos motivos, como los cambios de horario frecuentes en los ciclos de sueño y comida y también tras un tratamiento con antibióticos, ya que las bacterias que la integran tienen menos capacidad para producir proteínas. Cuando se encuentra alterada podemos sufrir molestias digestivas como hinchazón, estreñimiento, diarrea, gases, pero también úlceras, colitis o la aparición de otras enfermedades como el helicobacter, obesidad, e incluso ansiedad y depresión. Para evitarlo y tener un correcto funcionamiento de la flora, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) recomienda beber al menos dos litros de agua al día, hacer 5 comidas al día masticando correctamente, reducir el consumo de alimentos ricos en grasa animal, fritos y picantes y comer pescado entre 3 y 5 veces a la semana.
- Leer más | Helicobacter pylori: la infección bacteriana más frecuente en seres humanos
Además, es recomendable reducir la ingesta de carne no magra así como incorporar diariamente en nuestra alimentación productos lácteos, como yogures y leches fermentadas con bifidobacterias, entre otros. También es importante tomar alimentos ricos en fibra, que al ingerirlos estimulan la actividad y el crecimiento de determinadas bacterias intestinales, de manera selectiva. Podemos encontrarla en frutas, hortalizas, verduras, legumbres o frutos secos. Por otro lado, se debe moderar el consumo de alimentos flatulentos y de café, evitar el consumo de tabaco y alcohol, realizar ejercicio físico y controlar el peso.
- Leer más | Protege tu estómago de los antibióticos con estos alimentos
Prebióticos y probióticos
Además, la incorporación a nuestra dieta alimentos prebióticos y probióticos es fundamental para mantener un correcto número de bacterias en nuestro aparato digestivo. Los prebióticos ayudan a estimular el crecimiento de las 'bacterias buenas' de nuestro organismo. Se encuentran de forma natural en numerosos productos de origen vegetal, como por ejemplo el ajo, la cebolla, los plátanos o los espárragos. Llegan al intestino sin degradarse y sirven como alimento de las bacterias, favoreciendo su desarrollo y crecimiento. Por otro lado se encuentran los probióticos, que a diferencia de los anteriores, son microorganismos vivos que ayudan a regenerar y a mantener el equilibrio de la flora intestinal. Las bifidobacterias que mencionábamos anteriormente o los lactobacilos son algunos de los múltiples probióticos que pueden ayudar a mejorar las defensas y el cuidado de nuestra flora.
- Leer más | ¿Cómo recuperar tu aparato digestivo si sufres una intolerancia?