Hace dos años falleció el gato más anciano del mundo. Se llamaba Nutmeg y era de origen británico, tenía 32 años. Sin embargo, su caso es completamente aislado. La edad máxima de los felinos suele ser 15 años y, aunque en muchas ocasiones podrás evitar ciertas enfermedades con la vacunación o las visitas al veterinario, hay otras que no solo dependerán de los cuidados que tú decidas darle a tu mascota. Un hecho inevitable, pues la vejez es un proceso biológico que conlleva la aparición de afecciones degenerativas de las que debes estar pendiente para que tu mascota tenga la mejor calidad de vida posible. No obstante, no todo el mundo sabe cuáles son, razones por las que te desgranamos a continuación una lista de las más comunes.
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- Pérdida de movilidad: la edad provocará que le duelan algunas articulaciones e incluso que padezca artritis. Un fuerte malestar que provocará que no pueda realizar movimientos que en él eran habituales y que, además, puede llevar a que esté irritado o irascible
- Pérdida de audición: un problema que el dueño puede detectar con algunas señales como, por ejemplo, si el gato parece desorientado, si está estresado, su maullido es demasiado alto o si de repente se asusta. De todos modos, deberás acudir al veterinario para que él sea quien haga un diagnóstico fiable.
- Pérdida de visión: de esta enfermedad puedes darte cuenta si le notas desconfiado cuando hay poca luz o cuando comienza a chocarse con determinados objetos. Entre las causas de ceguera más repetidas está la diabetes, las lesiones retinales o las cataratas
- Enfermedad renal: aparece cuando el funcionamiento de los riñones no es el adecuado. No tienen la capacidad de filtrar sustancias tóxicas de la sangre y suele aparecer a partir de los 8 años, aunque hay dos tipos. La aguda no depende de la edad y se produce en un tiempo récord (horas o días) y la crónica dura meses o años. ¿Los síntomas? Pérdida de apetito, diarrea y vómitos, entre otros
- Tumores: es la segunda causa que provoca más muertes en los felinos. De hecho, según algunas encuestas, se ha estimado que uno de cada cinco puede sufrir esta enfermedad. Pero, ¿cuáles son los más habituales? El linfoma felino, el carcinoma mamario, el carcinoma de células escamosas o el fibrosarcoma son los más frecuentes. Algunos de ellos son inevitables, pero otros se pueden evitar con vacunación, la castración o simplemente conociendo los síntomas para detectarlos en una fase inicial
- Obesidad: una de las posibles consecuencias cuando se procede a su esterilización. Está muy ligado a otras dolencias y, según la Asociación para la Prevención de la Obesidad de Mascotas, afecta aproximadamente al 60% de los gatos. No obstante, a veces es tan solo un efecto de otras enfermedades como la diabetes, la acromegalia (sobreproducción de la hormona del crecimiento) o la osteoartritis (trastorno en las articulaciones)
En conclusión, a determinadas edades nuestros gatos sufren cambios, pero debemos tratar de que ninguno de ellos pase desapercibido. Y, sobre todo, consultar con expertos para que ellos sean los encargados de realizar un diagnóstico, estando de este modo prevenidos ante cualquier situación.