Esta filosofía, también llamada conexión a tierra o toma a tierra, propone conectar con la tierra desde nuestro físico para restaurar un vínculo ancestral y natural entre hombre y naturaleza. Sentarnos en la tierra, caminar descalzos y jugar sobre la superficie natural son solo algunas de las actividades que propone seguir este movimiento.
El estilo de vida actual nos ha llevado a desconectar por completo de sensaciones que antaño disfrutábamos como especie humana. Esto, según el movimiento Earthing, nos vuelve vulnerables, propensos a inflamaciones, dolores, estrés e insomnio. El propósito de este proyecto es recuperar la salud mediante acciones naturales que están al alcance de todos con el objetivo de evitar el dolor, revitalizar el cuerpo, mejorar el estado de ánimo, la salud y la apariencia física.
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Aprender el lenguaje del cuerpo y la sintonía con la tierra
Clint Ober es el descubridor y precursor de este estilo de vida. A partir de una experiencia personal, padecía dolencias crónicas y problemas para conciliar el sueño, observó que el contacto de los pies desnudos sobre la tierra equilibraba las cargas eléctricas corporales. Especialmente si se lo hacia entre 20 y 30 minutos diarios. Esta situación, según Ober, relaja todos los sistemas de cuerpo y aporta beneficios a la salud.
Después de trabajar toda la vida como instalador de sistemas eléctricos se retiró, en parte, para poder tratar la enfermedad que padecía. Cuando creía que ningún tratamiento iba a lograr contrarrestar los efectos secundarios de esta recordó la agradable sensación de caminar descalzo y comenzó a hacerlo. De esos paseos descubrió pequeños secretos que enseguida asoció a su trabajo como instalador. Uno de esos secretos fue descubrir que el cuerpo reducía la tensión de electricidad cuando la planta del pie estaba en contacto con la tierra. Algo similar a lo que ocurre con una ducha de agua templada, porque el agua permanece en tuberías subterráneas que, de alguna manera, están en contacto con la tierra.
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Después de estas experiencias hizo lo que el movimiento considera una de las pruebas más contundentes, una conexión a tierra con una cama. Oben sabía que esta conexión hecha en instalaciones eléctricas, aseguraba la integridad de un objeto o una persona y pensó que algo similar podría ocurrir con el sueño. Entonces puso una cama en el jardín de su vivienda y conectó una de sus patas de la cama a la tierra, mientras él mismo dormía allí. El resultado comprobó lo que Oben había imaginado. Tuvo un sueño profundo y reparador.
Reduce el estrés y el dolor
En la actualidad es prácticamente inviable que podamos hacer una conexión de este tipo en casa. También es probable que Ober recuperara el sueño por efecto placebo o porque ¿quién no duerme bien una noche cálida bajo las estrellas?
Lo cierto es que de estas experiencias desarrolló este movimiento simple y natural, sin contraindicaciones y muy económico. El movimiento Earthing busca redescubrir las ventajas de la naturaleza, especialmente las de a tierra. El contacto permanente de nuestro cuerpo con ella reduciría el estrés, calmaría dolores y, como comprobó el propio fundador, mejora la calidad y la conciliación del sueño.
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