La gripe no es una enfermedad banal. De hecho, los expertos advierten de que sus complicaciones, en determinados pacientes, pueden ser graves. Por eso, como cada año, alertan a la población de los riesgos e insisten en adoptar las medidas de prevención necesarias para evitar su propagación.
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¿Cómo se contagia la gripe?
La gripe es una enfermedad vírica causada por el virus de la influenza. Según recuerda la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que acaba de lanzar su decálogo de recomendaciones para hacer frente a esta enfermedad, se transmite muy fácilmente de una persona a otra. De hecho, basta un metro de distancia para que un individuo contagie a otro a través de la tos, los estornudos o, incluso, al hablar.
También se pueden contaminar superficies u objetos y, posteriormente, diseminar la infección. Por ello, se recomienda que las personas enfermas permanezcan en su domicilio en lugar de asistir al colegio o al trabajo mientras dure la enfermedad. Esta medida, así como cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo cuando se tose o se estornuda, y lavarse las manos con frecuencia con agua, jabón o una solución alcohólica contribuirán a revertir la epidemia, que ya ha comenzado, según el último informe del Sistema de Vigilancia de Gripe, del Instituto de Salud Carlos III.
La mayoría de las personas pueden infectar a otras desde un día antes de la aparición de los síntomas hasta cinco a siete días después del inicio de los mismos. Por lo que hay que intentar evitar el contagio durante todo este tiempo.
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Síntomas de la gripe
Los síntomas de la gripe, generalmente, duran una semana y se caracterizan por:
- Aparición súbita de fiebre alta
- Dolores musculares
- Dolor de cabeza y de garganta
- Tos seca
- Mucosidad nasal
Con frecuencia, algunos pacientes tienen síntomas catarrales leves. De ahí que algunas personas confundan esta infección con un resfriado, también provocado por virus.
Tratamiento para la gripe
Por su naturaleza vírica, la gripe no se trata con antibióticos. De hecho, en general, no precisa de medicamentos para su curación. Únicamente se recomienda reposo, fármacos para aliviar los síntomas, si estos son muy molestos y beber abundantes líquidos. Este consejo se da debido a que los organismos patógenos como los virus encuentran en los ambientes secos su medio propicio para diseminarse. En cambio, la humedad ayuda a eliminarlos.
Hay que tener en cuenta que no vale cualquier líquido. Lo mejor para la gripe es beber agua, infusiones y caldos.
¿Qué riesgos tiene la gripe?
Normalmente, la gripe es una enfermedad de curso benigno y la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas. Sin embargo, puede ser causa de desestabilización en los pacientes con enfermedades crónicas. Entre sus principales complicaciones, se encuentran enfermedades respiratorias como la bronquitis o la neumonía, y patologías cardiovasculares como el infarto de miocardio o el ictus; unos agravamientos que pueden incluso llegar a provocar la muerte.
Según datos publicados por el Ministerio de Sanidad, durante la temporada de 2018/19 se estimaron casi 400.000 casos de gripe, con 35.000 hospitalizaciones, 2.500 ingresos en la UCI y 6.300 fallecimientos. “Estas cifras avalan que la gripe está muy lejos de ser una infección banal, leve y sin trascendencia; más bien debe considerarse una infección que puede llegar a ser una enfermedad grave”, señaló el doctor Ramón Cisterna, presidente de la Asociación de Microbiología Y Salud (AMYS). De hecho, “la vacuna ha reducido en un 20% los casos leves de gripe, el 11% de hospitalizaciones, el 40% de admisiones en la UCI y el 38% de fallecimientos”.
Además de la vacunación, los pacientes con elevado riesgo de sufrir complicaciones, deben acudir a su médico ante los primeros síntomas para iniciar un tratamiento con antivíricos lo antes posible.
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