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Vuelta a la rutina, comidas rápidas, tiempos justos, muchas ganas de cambiar de hábitos, pero ¿por dónde comenzar? Las buenas intenciones se apoderan de ti en esta etapa del año, pero la realidad parece jugar en contra. A veces, el método que resulta eficaz para una persona no lo es para otra.
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No se trata de buscar trucos que alivien el proceso de hacer una dieta estricta en calorías sino de encontrar la herramienta que funcione y se adapte a tu estilo de vida. ¿Te has preguntado alguna vez por qué comes tan tarde? Seguramente la respuesta sea sencilla de adivinar, no has podido hacerlo antes. Después del desayuno, la comida debería ser la ingesta más copiosa e importante del día. Sin embargo, hacerla sobre las 3 de la tarde podría entorpecer tu plan de adelgazamiento.
Un mismo alimento tiene más o menos beneficios si se ingiere durante el día o por la noche. Lo expertos en nutrición aseguran que comer temprano ayuda a bajar de peso. El metabolismo responde de otra manera y puede ralentizar el proceso digestivo.
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¿A qué hora conviene comer?
La mayoría de los nutricionistas coinciden en no dejar pasar más de tres horas sin ingerir algún alimento. Cuanto más cerca entre sí estén las 5 comidas principales del día, más activo está el proceso digestivo, que a su vez quema calorías en su funcionamiento. También llegamos con menos apetito a la cena (la comida que debería ser más liviana) y evitamos pasar hambre durante la jornada.
No todo vale, no se trata de ingerir alimentos altos en grasas o calorías vacías, sino en complementar la dieta que estás realizando. Una fruta, un yogurt o dos lonchas de pavo, dan sensación de saciedad y aportan nutrientes al cuerpo.
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Los ciclos circadianos
Los ritmos circadianos son los cambios físicos, mentales y conductuales que se manifiestan durante un ciclo diario y que responden, principalmente, a la luz o a la oscuridad del ambiente. Si tu trabajo y obligaciones permiten que duermas de noche y estés despierta de día, ese es tu ciclo circadiano. Está presente en la mayoría de seres vivos e interviene en algunas funciones fundamentales del día.
Un estudio publicado en 2013 por la U.S. National Library of Medicine demostró que el cuerpo metaboliza grasa y carbohidratos, de mejor manera y por más horas, durante el día que por la noche. Por lo tanto, si los consumes temprano tienes más posibilidades de adelgazar antes que si lo haces por la noches.
Si comprobamos la ingesta de 1.400 calorías diarias, durante 20 semanas, en dos grupos de personas, notaremos que las que comen antes de las 3 de la tarde pierden un tercio más de peso que las que lo hacen después. Es decir, si las 1.400 calorías están repartidas en cantidades similares a lo largo del día, pierdes peso pero en más tiempo. Comer antes, además, significa que el grueso de las calorías las ingieres antes de las 3 de la tarde, entre el desayuno y la comida, por lo que tu organismo tiene más tiempo para procesarlas y tú más horas para quemar esas calorías.
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