La manera en la que afrontamos la soltería o una relación sentimental afecta nuestra salud tanto física como emocional. Ni una situación ni la otra son buenas o malas per se, lo que las convierte en positivas o negativas para tu salud es cómo y con quién lo hagas.
La salud y la soltería
Ser soltero no significa estar solo, es la primera distinción que se debe hacer. La soledad también repercute en tu bienestar tanto para bien, como para mal. La manera en la que la vives es la clave. Lo mismo ocurre con la soltería, si la transitas con alegría, aprovechando el tiempo libre para crecer y enriquecerte personalmente, es un estado perfecto.
Cuando no tienes pareja hay un tiempo que, generalmente, puedes disponer sin tener que acomodarlo o cederlo. Este aspecto es maravilloso si la soltería es una situación sentimental elegida por ti o si la vives como un estado transitorio y la disfrutas. Salir con amigos, entrenar, viajar, las opciones son muchas y muy variadas. Todo lo que te mantenga en movimiento es bueno para tu salud.
Cuando la soltería te resulta aburrida, triste y opresiva, tu salud corre los mismos riesgos que si tuvieras una relación de pareja negativa. No es el estado sentimental lo que te angustia, sino la sensación de que así será toda la vida y no estar a gusto con ello.
Al estar soltera no compartes tu tiempo libre y no lo negocias. Es decir, si te gusta la vida social, el deporte, la meditación y seguir una dieta equilibrada, dispones de todos los recursos para hacerlo. No quiere decir esto que cuando estés en pareja lo pierdas, sino que si la persona con la eliges compartir tu vida no tiene una filosofía de vida parecida a la tuya, no tendrás su compañía y en muchos casos, tampoco su apoyo.
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Estigmas sociales de no tener pareja
Hasta no hace mucho tiempo, que una persona no tuviera pareja, conllevaba varios prejuicios sociales. Esta mirada especulativa se agudizaba si la persona soltera era una mujer. Algunas investigaciones aseguran que, cuando estás soltera, llevas una vida más sana. Las personas sin pareja suelen padecer menos sobrepeso que las que están comprometidas y con frecuencia, llevan una vida menos sedentaria.
La salud y la pareja
Qué clase de relación sentimental tengas colaborará para que te sientes fuerte, segura y plena o todo lo contrario. Si el vínculo es sano, respetuoso, honesto y amoroso tu bienestar solo se verá afectado para bien. En las relaciones así, puedes construir, crecer y sobreponerse a las dificultades de una mejor manera.
No todas las reacciones son tan positivas como deberían ser. Cuando convives con alguien negativo, que no te apoya, con valores diferentes a los tuyos, probablemente la relación comience a enfermarte.
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Un estudio reciente realizado por la Universidad de Missouri confirmaba que las personas que viven en pareja, y están a gusto, tienen más probabilidades de superar el cáncer y la neumonía que aquellos adultos que estaban solos. Los resultados demostraron que, cuando una relación sentimental es fuerte y sana, se tiene menos posibilidades de padecer demencia.
Sin embargo, los hombres y las mujeres no viven una pareja feliz o negativa de la misma manera. Los investigadores llegaron a la conclusión de que, para el sexo masculino, las relaciones de pareja conflictivas no interfieren tanto en la salud como si les ocurre a la mujeres. Cuando el vínculo no es bueno, sean cuales sean los motivos, la salud femenina se resiente.
La mala noticia es que, aunque tu pareja te haga feliz y no puedas imaginar la vida sin ella, tenéis más probabilidades de tener sobrepeso y problemas relacionados con el colesterol. Con frecuencia se debe a una vida más sedentaria y propensa a economizar tiempo y recursos, caminar menos, hacer menos deporte y disfrutar de los momentos de sosiego y calma.
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