La caléndula es una planta cuyas propiedades comenzaron a utilizarse hace más de 3.000 años. En la Antigua Grecia, su nombre venía a representar todo aquello que se le atribuía. "Caléndula" es el primer día del mes y esta planta tiene la capacidad de florecer en cualquier momento del año.
De la caléndula se utilizan las flores, las hojas y las ramas. El secado de estas últimas debe ser de manera industrial, porque si se realiza de forma natural las propiedades se pierden muy rápido. El proceso de secado bien realizado mantiene las propiedades del botón de oro, mercadela o maravilla, como también se la llama, hasta un año.
Capacidad antiinflamatoria
El poder antiinflamatorio de la caléndula se utiliza tanto para aplicar sobre la superficie de la piel como en las infecciones bucofaríngeas. La manera más frecuente de utilizarlo para estos casos es como infusión o preparados para calmar las llagas del interior de la boca. La caléndula es buena para reducir la inflamación gingival y disminuir los síntomas de la faringitis.
Tal vez recuerdes a tu abuela embebiendo pequeños trozos de algodón en infusiones de caléndula para aliviar la inflamación de los ojos o tratar los primeros síntomas de la conjuntivitis. Pues tenía razón, todavía se consigue en herbolarios preparados para estas funciones. La infusión de caléndula, también, ayuda a reducir los dolores menstruales.
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Defensa natural ante los virus
La caléndula tiene un concentrado poder antiséptico, fungicida y antibacteriano por lo que es habitual encontrar sus propiedades en cremas y lociones para tratar la aparición de bacterias y hongos.
Si sufres de vómitos, gastritis o problemas digestivos, la infusión de caléndula propicia la salida de la bilis al tracto digestivo, así que puede resultar de mucha ayuda beberla en estos momentos.
Cuidados de la piel
Como la flor de la caléndula es rica en carotenos y flavonoides su acción calmante y protectora de la piel es de las más utilizadas. Los flavonoides protegen la dermis de las agresiones externas y colaboran en el aumento de producción de colágeno.
Seguro que en casa tienes alguna crema con extractos de caléndula porque tiene un alto poder hidratante y se la utiliza en muchas lociones para calmar el dolor de quemaduras o la sequedad extrema de las manos y los pies. Algunos aceites para tratar cicatrices o estrías contienen extractos de esta flor tan bonita. Las propiedades de la caléndula son unas de las más demandadas en productos de cosmética para bebés. En dosis bajas son utilizadas en cremas para zonas de rozaduras o irritación como el culete y las nalgas.
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Aprende a consumir las propiedades de la calendula
Son tantas las propiedades que se extraen de esta planta que, en la actualidad, puedes encontrarla en diferentes productos: cremas para bebés, aceites, lociones corporales y cremas para calmar los dolores musculares.
Muchas de las marcas más conocidas del mercado la utilizan desde hace muchos años y su fórmula suele ser libre de parabenos. Para los problemas de caspa y las irritaciones en el cuero cabelludo, el champú de caléndula hidrata, nutre y limpia el pelo. Puede utilizarse a diario para reducir picores y seborrea.
En el mercado encontrarás algunas pastas dentales a base de caléndula, esta reemplaza el aceite de la menta de las pastas tradicionales y ayuda a combatir la placa dental, además de la correcta limpieza bucodental.
Los beneficios que aporta esta planta de color anaranjado intenso son muchos y variados, sin embargo, si estás embarazada, es preferible que evites su consumo y consultes con tu médico de cabecera. En algunos casos puede producir contracciones uterinas, según su uso y la forma en la que haya sido aplicada.
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