A los gatos les gustan las plantas por varios motivos. En primer lugar es tierra y no deja de ser un hábitat confortable para él. También puede hacerlo por cuestiones de salud o por aburrimiento. Ya sabemos lo difícil y frustrante que puede resultar domesticar a un felino, por eso, aquí te damos algunos consejos sobre los motivos de su comportamiento y como puedes evitarlo.
Tu gato pasa mucho tiempo solo y se aburre
¿Conoces esta ecuación? tu ausencia, más aburrimiento de tu gato, igual a plantas y tierra por toda la casa. Si tienes un gato, seguro que en algún momento de vuestra convivencia, te habrás preguntado si deberías quitar todas las plantas y darle vía libre a tu mascota. No es necesario, basta con conocer los motivos de su comportamiento y tratar de enseñarle a que no lo haga.
Si el animal pasa mucho tiempo solo es muy probable que juegue con las plantas por aburrimiento. Suelen tirar de estas hasta sacarlas de la maceta y luego mordisquearlas y desparramar la tierra por todas partes. No es más que una conducta propia de una gato que no encuentra que otra cosa hacer.
Puedes dejarle juguetes si vas ausentarte o dedicarle un rato antes de irte al trabajo. Si los objetos que tiene llevan ya un par de años, tal vez, esté cansado de ellos y traerle cosas nuevas lo motive. Es importante que, de alguna manera, el gato sepa que no puede jugar con las plantas. Salvo que ocurra delante tuyo, el castigo a un gato por algo que hizo hace un tiempo, no sirve de mucho.
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Si come las plantas puede tener problema digestivos
Los gatos suelen masticar hierba por una necesidad fisiológica, los ayuda en el proceso digestivo. Para evitar que esto ocurra es importante que tu mascota tenga acceso a zonas verdes para que pueda realizar este proceso. Las plantas de interior no siempre son saludables para él.
Si notas que esto lo hace de manera frecuente y no logras quitarle esa costumbre, tu gato podría sufrir algún trastorno digestivo por lo que la consulta con el veterinario es lo mejor para prevenir o evitar una situación peor.
Una vez hayas descartado que tu mascota no tiene ningún problema físico, puedes probar con algunos trucos para disuadirlo. La hierba para gatos es un buen sustito. Procura que no esté muy cerca de tus plantas y que el felino las sepa distinguir. Cuando lo haga puedes darle una recompensa para que entienda lo bien que lo ha hecho. Si todavía persiste con la idea de mordisquear las plantas puedes aprovechar el alto sentido del olfato de estos animales para `aromatizar´, con zumo de limón o esencia, la zona de la casa en la que estén ubicadas las plantas.
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¿No logras mantener vivas las plantas de casa por la orina del gato?
Es otro de los problemas más frecuentes, a los gatos les gusta divertirse con la tierra y las plantas, pero esto no significa que tenga permiso para hacerlo en tu casa. Puedes colocar, entre la superficie externa y la tierra, piedras grandes y pesadas, que el gato no pueda mover o quitar. Como en la situación anterior, puedes ayudarte con aromatizantes como el limón o el ajo, que desagradan mucho a los felinos. Basta con que frotes medio limón sobre las piedras o unos dientes de ajo para que tu mascota de por descartada esta zona de la casa.
Otro método, aunque más peligroso para las plantas, es el de cubrir la tierra con papel de aluminio o una bolsa de plástico. El problema de esto es que le quitas capacidad de oxigenarse a la planta y corres el riesgo de que se seque. Porque, para no dejar el papel de aluminio o la bolsa a la vista, tendrás que colocarle piedras encima. Es una opción transitoria mientras le enseñas a tu gato a no orinar en las plantas de casa.
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