Patricia Montero inicia en el yoga a su pequeña de 4 años
Una disciplina por la que la actriz ha demostrado desde siempre una gran pasión. Pero no es la única 'celebrity' que enseña a sus hijos los principios de esta disciplina que tantos beneficios tiene desde un punto de vista físico y mental.
Patricia Montero jamás ha escondido su pasión por el yoga. Conquistada por esta disciplina ancestral, que sirve para encontrar el equilibrio del cuerpo y la mente, la actriz ha logrado, además de realizar posturas casi imposibles, hacer de esta afición una forma de vida. Así lo ha transmitido ella misma a través de su Instagram cuando lo practicaba incluso estando embarazada, etapa en la que demostró que el yoga puede ser muy beneficioso durante lagestación. Ahora, ha vuelto a sorprender al enseñar a su pequeña de cuatro años los pricipios de esta práctica, que aporta tanto a nivel físico como mental.
Lo ha revelado en sus redes sociales a través de una imagen en la que aparecen madre e hija practicando una de las posturas más sencillas y beneficiosas de esta disciplina, concretamente el ‘árbol’. De pie, con un pie elevado y las manos hacia el cielo, Patricia y su hija mantienen el equilibrio, consiguiendo de este modo mejorar la concentración y aumentando la energía. "Me encanta verla como disfruta de mi práctica de #Yoga e intenta imitarme. Empezamos a tener pasiones en común...siempre de la mano, aprendiendo la una de la otra. Te quiero mi vida", ha escrito la intérprete en el post.
Sin embargo, no es el único rostro conocido que ha iniciado a sus hijos en la práctica del yoga. Un ejemplo de ello son Gisele Bündchen, Elsa Pataky, Vanesa Lorenzo o Eva Longoria.
Pero ¿cuáles son sus beneficios para los pequeños de la casa? Según Ramiro Calle, uno de los expertos más conocidos de nuestro país y que en 2001 publicó el libro Yoga para niños (Ed. Kairós), el yoga no solo permite romper con el sedentarismo del pupitre, sino que, además, les ayuda a rebajar la tensión, tranquilizar su sistema nervioso, equilibrar el carácter, mejorar su capacidad respiratoria y la elasticidad en músculos y articulaciones.
Es a partir de los 7 u 8 años la edad más adecuada para adentrarse esta disciplina, según apunta el experto. Claro que la dinámica no es exactamente igual que en los adultos. En el caso de los niños, con una sesión de 30 minutos es suficiente, se hacen más repeticiones y se mantienen menos tiempo las posturas: "Los programas para el niño deben ser atractivos, ágiles, variados, e incluso, divertidos".
Por otro lado, es una rutina divertida, pues la flexibilidad innata de los niños, junto con su capacidad para abstraerse del mundo son dos factores esenciales en el yoga. La práctica de esta actividad los ayudará a respirar de forma correcta, calmará su mente y, por ende, sus pensamientos por lo que es de las mejores actividades extraescolares que podrías elegir para tu hijo. En la actualidad, existen numerosos centros especializados (con varidad de horarios para elegir) en los que se puede practicar, tanto yoga premamá como yoga infantil