Madrid se convirtió por unos días en la capital de la sostenibilidad durante la celebración de una de las citas más importantes del calendario: la Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP 25). Se trata de un encuentro diseñado para que expertos de todos los campos de la investigación, diplomáticos, políticos y empresas tomen medidas efectivas para mitigar los efectos de la crisis climática, el mayor desafío al que nos enfrentamos. Uno de los temas más preocupantes que se ha abordado durante las jornadas ha sido el de la movilidad, que debe dar un vuelco real para poder hacer frente al calentamiento global.
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Auge del vehículo eléctrico
El sector de los transportes genera el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España y casi el 40% de las emisiones de los sectores difusos, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica. En cuanto a los modos de transporte, la carretera representa casi el 95% de las emisiones. En la jornada 'Electro-movilidad y cambio climático', celebrada en el contexto de la Cumbre del Clima, los expertos concluyeron que, para conseguir reducir las emisiones, deberán estar circulando 35 millones de vehículos eléctricos en Europa para 2030, de los que un millón tendrán que estar en funcionamiento en nuestro país.
Sin embargo, para alcanzar el objetivo, es necesario que se establezcan puntos de recarga para abastecer de electricidad a estos vehículos y, sobre todo, informar al usuario de las ventajas que tienen estos novedosos medios de transporte sobre los más tradicionales y contaminantes. En España, tal y como han incidido los ponentes, serían necesarios 2,8 millones de cargadores para lograr los retos medioambientales.
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Fomentar los desplazamientos a pie y bicicleta
Para avanzar, Marta Seoane, experta en movilidad y técnico de la Fundación Conama, incidió en que se debe invertir la actual pirámide de la movilidad. "La base más ancha, compuesta por los peatones y ciclistas, debe pasar a ser la prioridad en el diseño de las ciudades y, el uso individual del coche, situado en la cúspide, debe ser la última opción", aseguró la experta en la jornada centrada en la movilidad sostenible.
Por su parte, Miguel Álvarez, consultor y profesor de urbanismo, explicó que para que los ciudadanos se sumen al cambio y dejen definitivamente aparcado el coche, necesitan alternativas que les faciliten recorrer las ciudades: "Si se pide a los ciudadanos que renuncien al coche sin dar una alternativa, hay muchas posibilidades de que se rechace la propuesta y se continúe en el mismo punto. Hay que realizar una planificación previa y pensar en los diferentes casos". En este sentido, el transporte público continúa siendo la mejor vía para moverse en la ciudad. "El transporte público es el sistema circulatorio de las ciudades. Si queremos ciudades funcionales, hay que hacer una apuesta decidida por él", aseguró el responsable de transportes de Greenpeace, Adrián Fernández, en la Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP 25).
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