Así puedes tratar los accidentes caseros más frecuentes en Navidad
Tanto si nos quedamos en casa como si vamos a salir de viaje, en estas fechas se pueden producir pequeños accidentes domésticos que conviene saber cómo tratar
Durante las navidades pasamos mucho más tiempo en casa. Los peques tienen vacaciones y los mayores procuramos cogérnoslas para poder celebrar estas fechas en compañía de nuestros familiares y amigos. El hecho de estar tantas horas en el hogar, cocinando, poniendo la decoración navideña y, cómo no, comiendo, nos expone a sufrir más accidentes. "Heridas por cortes, quemaduras en la cocina, caídas, intoxicaciones y atragantamientos son los accidentes más comunes", enumera el doctor Luis Arranz, médico de urgencias de Vithas Vitoria. El especialista recuerda que también pueden darse las electrocuciones por manipulación, sobre todo, de las luces navideñas, "aunque es más raro que se produzcan", indica el especialista.
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En primer lugar, hay que detener la hemorragia. Si el corte no es muy profundo hay que poner la herida bajo el chorro de agua fría para lavarla con jabón, ya que lo más importante es evitar que se infecte.
En el caso de que la herida fuera profunda y la hemorragia no se detuviera presionar mientras se espera que acudan los profesionales sanitarios o se acude a un centro de salud para que apliquen el tratamiento correspondiente.
Depende del grado de quemadura que sea. Las que se producen en casa por accidentes domésticos en la cocina, suelen ser de primer grado. Estas afectan a la epidermis, que es la primera capa de la piel. Se manifiestan como una lesión de color enrojecido denominado eritema. No afectan la capacidad de regeneración de la epidermis y, habitualmente, se curan en una semana si no son muy extensas. Son dolorosas y pican pero no suelen ser graves. En este caso, podemos lavarlas con agua corriente y fría y aplicar un apósito para evitar roces.
Si se trata de quemaduras más profundas, hay que acudir a un centro médico. Además, "hay que tener muy presente las siguientes indicaciones", recuerda el doctor Luis Arranz:
No se debe retirar nunca la ropa que está pegada a la piel.
No hay que abrir las ampollas, ya que son mecanismos de defensa de la piel.
No hay que administrar nada vía oral, si la quemadura es muy grave.
No hay que aplicar ningún remedio casero como aceites, pasta dentífrica, hielo, etc puesto que pueden aumentar el riesgo de infección.
Todo dependerá del tipo de traumatismo que se haya producido. Los más frecuentes son los hematomas que se dan por golpes y caídas. Para estos casos, se debe aplicar, inicialmente, frío local y compresión durante unos minutos. Si se trata de algo leve no se necesitará ninguna otra intervención.
Pero si se sospecha que puede haber fisura o fractura, porque el dolor es muy intenso o hay signos inflamatorios, hay que realizar lo siguiente:
Retirar anillos y pulseras si las hubiera en el miembro afectado.
No mover la zona.
Colocar un cabestrillo si es en el brazo.
Entablillar si es en una pierna.
Acudir a un centro médico.
Si hubiese herida, comprimir para que se corte la hemorragia, limpiar la herida con agua, cubrirla con una gasa o una tela limpia, y acudir a un centro médico si la herida parece que puede necesitar sutura.
Si el traumatismo es craneal hay que observar al accidentado durante 24 a 48 horas y, ante cualquier signo de alarma (pérdida de conocimiento, sangre o líquido claro por nariz u oídos, somnolencia excesiva, pupilas dilatadas, desorientación…) acudir a un servicio de urgencias hospitalario.
Según un estudio del comparador de seguros acierto.com, más de la mitad de los accidentes (54%) que sufren los niños menores de cinco años ocurren en casa. Y es que nuestro domicilio está plagado de enchufes, peligrosas repisas, mesas de cristal, productos de limpieza, medicamentos y un largo etcétera que lo convierten en un espacio propicio a los accidentes. De hecho, es un 30% más probable que un pequeño tenga un percance en este contexto que en la vía publica. El problema no es solo español, la primera causa de muerte en niños de hasta 15 años en países desarrollados son los accidentes, sobre todo en el hogar. La prevención es, sin duda, la mejor fórmula para evitar accidentes, razón de más para llevar a cabo unas pautas generales de seguridad. En el caso de los más pequeños podemos aplicar algunas como no dejarles solos, especialmente en el baño o la cocina. Los resbalones en la bañera pueden ser tremendamente peligrosos, así como la combinación de aparatos eléctricos y agua. En el caso de la cocina se encuentra sembrada de utensilios y productos tóxicos a su alcance. Limitar los accesos a otras zonas peligrosas (escaleras, ventanas, piscina). Existen cierres especiales para las ventanas que impiden que los niños puedan abrirlas. Las piscinas deben estar siempre valladas y, preferiblemente, cubiertas por lonas, tanto en verano como en invierno. Evitar dejar en lugares accesibles y sin supervisión los juguetes y objetos pequeños -monedas, pilas de botón, caramelos y similares-. También hay que tener precaución con algunas comidas, un simple hueso de aceituna puede provocar asfixia. Proteger los enchufes y alargadores -existen tapones especiales para tal fin- y usar con cuidado las estufas, hornillos, y radiadores también será clave. Y no podemos olvidar guardar las medicinas, cosméticos, geles y productos de limpieza en lugares altos.
Cuidado con los atragantamientos
Son comunes en las reuniones en torno a una mesa y muy peligrosos. Cada año, 1.300 personas fallecen por atragantamiento en España, según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias. Y hay que tener mucho cuidado cmás pequeños, puesto que los niños son los más susceptibles, sobre todo, los menores de cinco años, ya que podrían atragantarse fácilmente con las uvas de fin de año, alertó el pasado año la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). No solo con ellas, también las piezas de juguetes u otros alimentos como los frutos secos o las aceitunas constituyen un peligro para ellos.
En caso de que se produzca un atragantamiento, hay que animar a la persona a toser. Si el problema no se resuelve hay que pedir ayuda médica. "Esto es lo que realmente salva vidas", insiste el especialista en urgencias. Mientras tanto, podemos realizar una serie de maniobras, "pero nunca hay que hacerlo sin antes haber solicitado asistencia".
Cómo aplicar la maniobra de Hemlich:
Abrazar al paciente por detrás, cogiéndole por debajo de las axilas.
Empujar con el puño hacia arriba en la parte alta del estómago para ejercer presión y desobstruir.
Si tras dos o tres intentos no es efectivo, hay que iniciar la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) a ritmo de 30 compresiones y dos insuflaciones.
¿Qué debe contener un botiquín de primeros auxilios?
Además de tener los conocimientos necesarios para actuar si se produce algún accidente doméstico, es importante que en todos los hogares haya un botiquín para hacer frente a los primeros auxlios. Según la doctora Sonia Cibrián, de MediQuo, estos son los productos, medicamentos y materiales sanitarios que no deben faltar:
Antitérmico y analgésico. Son los medicamentos más utilizados y los que con más probabilidad usaremos durante las vacaciones en caso de que aparezca fiebre o algún tipo de dolor (de cabeza, muscular, malestar...).
Protector solar. Sobre todo, si nos vamos a la montaña, el factor de protección debe ser el más alto. Se debe aplicar 30 minutos antes de salir de casa, volver a aplicarla cada 2 horas.
Corticoides tópicos. Llevar una crema de corticoides ayudará a bajar rápidamente el picor e inflamación de la piel, en el caso de picaduras de insectos.
Material de curas. Imprescindible añadir un termómetro, unas tijeras, desinfectante yodado, agua oxigenada, esparadrapo y gasas estériles.
Además, laboratorios Urgo propone otros productos para completar el botiquín en estas fechas:
Apósitos para quemaduras y heridas superficiales. Las gasas de tul están impregnadas con partículas hidrocoloides y vaselina que alivian el dolor y favorecen la cicatrización.
Apósitos de cicatrización rápida. Actúan como una segunda piel, protegiendo la herida y aliviando el dolor. Gracias a su forma se adaptada a todas las necesidades y permanece en su sitio durante varios días.
Gel de árnica. Indicado para tratar las contusiones leves. Gracias a su textura ligera en gel, penetra rápidamente ibera un efecto frío proporcionando una sensación refrescante y es apto para pieles sensibles ya que no contiene perfume, ni colorantes ni conservantes. Indicado para niños a partir de un año.
Apósitos en spray. Crea un film invisible para proteger la herida y favorecer su cicatrización. Es resistente al agua y a los roces, permite a la piel respirar y optimiza el proceso natural de cicatrización. Su formato en spray está especialmente adaptado a las zonas con vello de articulaciones más difíciles, como son rodillas, codos y dedos.
Banda autoadhesiva para hemorragias. Detiene el sangrado por compresión.
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