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Toda relación vive sus baches. Idealizar el amor romántico, uno que dure toda la vida, intenso y estable es un completo error si se quieren vivir las relaciones de manera saludable. Hay una gran diferencia entre hacer camino junto a una persona (manteniendo la identidad y la libertad individual) y fusionarse (un estadio tóxico en el que ambos pierden la conciencia de sus límites). Hay muchas maneras de amarse y muchas de 'mal entender' el amor, por ese motivo, ante una crisis, es normal que nos planteemos si tiene sentido seguir.
¿Se habrá acabado el amor? ¿Será solo cariño? ¿Y si dejarlo es la mejor decisión? En toda relación de pareja uno se plantea, tarde o temprano, cuestiones como estas. Las personas evolucionan al ritmo que lo hace su historia en común e interrogantes como estos no tienen por qué significar que esté abocada al fracaso. Sin embargo, es conveniente parar unos minutos a dejarse sentir y reflexionar sobre las cuestiones clave de la pareja. Plantearse algunas preguntas oportunas puede ayudarte a entender qué decisión tomar.
¿Le echarías de menos?
El miedo a quedarse solo es una de los frenos más fuertes cuando uno se ve en una situación delicada. Por otro lado, continuar solo por ese temor, es uno de los grandes errores que cometemos. Muchas veces no se distingue entre lo que significa decir adiós o despedirnos de una persona concreta. Entre echar de menos tener a alguien o echar de menos a quien tiene nombre y apellidos. Piensa: si rompes, ¿le echarías de menos a él como compañero o solo echarías de menos estar en una relación?
¿Es un verdadero apoyo?
La vida está llena de dificultades, de desafíos y de cambios. Situaciones que no siempre se afrontan con igual fuerza, que te desestabilizan y desestabilizan tu entorno, al que inevitablemente pertenece tu pareja. Sabiendo que no será un camino llano, pregúntate si ante este tipo de situaciones es él a quien sientes necesidad de acudir, reflexiona cómo ha reaccionado en momentos de este tipo ya vividos y si le consideras un apoyo en tu proceso de superación.
¿Buscamos lo mismo?
Cada persona vive un ritmo diferente, incluso, en el caso de relaciones largas, dos ritmos que estaban acompasados pueden adoptar vibraciones diferentes con el paso del tiempo. Esto no es sinónimo de fracaso pero cuando los rumbos parecen distanciarse es importante la comunicación en pareja. Saber hacia dónde se dirige la relación, si hay intereses de futuro comunes, el deseo de formar una familia, de trasladarse a otra ciudad… ¿Os veis en el mismo lugar si echas la vista hacia delante? Tener esto claro te permitirá saber si compartís objetivos de vida, algo fundamental para no lamentarse después.
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¿Te sientes bien con tu intimidad?
Los espacios más privados y desnudos de la pareja son los que distinguen en mayor medida una relación de amor y una relación de amistad. Es importante que estos no se descuiden y que sean satisfactorios para ambas partes. Nuevamente la comunicación entre vosotros es importante en este sentido.
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