Se trata de una dieta hipocalórica pero es poco saciante, por lo que si vas a seguirla para adelgazar tienes que tener en cuenta las siguientes recomendaciones para no conseguir el efecto contrario o perjudicar tu salud
Una de las dietas recomendadas para perder peso es la dieta vegana, un estilo de alimentación que se basa en el consumo de alimentos de origen vegetal y elimina cualquier producto animal. Los expertos señalan que, siempre que se haga correctamente, es una pauta de alimentación saludable. Pero hay que saber cómo realizarla y hacerse controles para evitar déficits nutricionales. La dietista y nutricionista Marta Lorenzo, colaboradora de ¡HOLA!, nos da algunos consejos para comenzar a ser veganos sin perjudicar nuestra salud.
Ser vegano está de moda. Por un lado, cada vez más gente se preocupa por el medio ambiente. De hecho, al reducir o eliminar la carne conseguiríamos disminuir el consumo de agua, reducir los gases de efecto invernadero y los desechos de la ganadería, entre otros. Por otra parte, hay personas que deciden mantener una dieta vegana para mejorar su salud. Y es que está demostrado que un mayor consumo de verduras, frutas, semillas, legumbres y frutos secos nos ayuda a prevenir múltiples enfermedades. Por último, hay individuos que optan por la dieta vegana por principios éticos. Es lo que denominamos ‘ética vegana’ y se refiere al respeto por la vida animal y a evitar su sufrimiento.
Todas estas teorías son reales y perfectamente entendibles pero Marta Lorenzo, como profesional de nutrición, insiste en que a nivel nutricional la dieta vegana tiene carencias importantes. Aun así confirma que una dieta equilibrada, variada y sana no debería aportar tanta carne. Por ejemplo, una buena alimentación se basaría en:
Una ración de carne roja a la semana
Dos raciones de carne blanca a la semana ( pollo, pavo, conejo...)
También hay que dejar claro que este tipo de alimentación debe estar muy controlada, sabiendo perfectamente las posibles combinaciones nutricionales para evitar déficits y realizar análisis de sangre periódicos para controlar los niveles de vitamina B12, hierro o proteínas, entre otros.
Además, no basta con esto, sino también hay que valorar la capacidad de absorción de cada uno, es decir, hay personas que, por su estilo de vida y su genética, tienen menos problemas y gozan de una mejor salud. Pero otros no, por lo que puede no ser válida para toda la población. Hay que valorarlo de forma independiente.
Por todo esto, la dietista y nutricionista Marta Lorenzo defiende la dieta ovolactovegetariana. Es un tipo de alimentación que mantiene un estado de salud sin déficits nutricionales y, de alguna manera, existe un mayor respeto tanto animal como ambiental que la omnívora o carnívora.
Hay otro motivo que lleva a mucha gente a inclinarse por una dieta vegana: el deseo de perder peso. En este caso, puede resultar perfecta, pero solo si se hace correctamente. Sin embargo, es importante que las personas que sufren ansiedad tengan en cuenta que la vegana es un tipo de alimentación hipocalórica y poco saciante, por lo que es complicado hacerla sin tener la tentación de comer a todas horas. Sobre todo, hidratos de carbono simples, es decir, azúcares. Entonces, ¿qué debemos hacer para seguir una dieta vegana sin riesgos?
Lo más importante es tener claro que es un cambio de vida y de hábitos que queremos mantener en el tiempo y que debe llevarse a cabo poco a poco. Así, el peso irá disminuyendo de forma progresiva.
En caso de tener claro que queremos cambiar de alimentación, otro punto a tener en cuenta son los gustos, es decir, que los alimentos que están permitidos en este tipo de dieta nos gusten en su mayoría. Si se va a ser vegano pero la mayoría de las verduras no nos gustan, vamos a acabar dejándolo o, lo que es peor, podemos empezar a comer más alimentos que no son de origen animal pero son ricos en grasas y azúcares.
En cuanto a recomendaciones generales a tener en cuenta para empezar y llevar una dieta vegana cabe destacar:
La importancia de la presencia de hidratos de carbono complejos y, si puede ser, integrales (pasta, arroz, avena, pan) además de frutos secos y legumbres. Son alimentos ricos en fibra que sacian y varían el menú. Deben estar presentes en todas las comidas, con excepción de la cena (dependiendo del gasto energético de la persona).
Verdura y fruta: siempre es más recomendable que sean lo más frescas posibles por su contenido en vitaminas y minerales. En caso de no poder conseguirlas frescas, otras opciones saludables son en su jugo, en conserva y congelada.
Evitar alimentos procesados para vegetarianos: contienen ingredientes artificiales, conservantes, aceites procesados e ingredientes con calorías vacías que no solo pueden perjudicar a la hora de bajar de peso, sino también a nuestra salud. Algunos de estos son las hamburguesas vegetales, comidas veganas, queso vegetal, salchichas vegetales, paté vegetal e, incluso, el tofu o tempeh.
Buscar recetas para variar nuestra alimentación e introducir alimentos no tan comunes como la quinoa o la espelta.
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