Los 6 hábitos de la gente sana (avalados por la ciencia)

No vamos a revelarte ningún secreto. Aunque a veces conviene recordarlo. Los pilares básicos para tener buena salud son no fumar, alimentarse bien y hacer ejercicio físico. Pero también son importantes otros factores. Por ejemplo, “las relaciones sociales, sean familiares o no, y ejercitar la mente”, añade el doctor Lluís Serra, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública y director del Instituto de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

El experto, además, nos aclara algunos aspectos para que sepamos interpretar cuáles son los hábitos más saludables y cómo podemos llevarlos a cabo para mejorar nuestro bienestar. 

1. Dieta mediterránea, el estilo de vida de los más sanos

Cuando hablamos de alimentarnos, ¿a qué nos referimos? El especialista señala que no hay que complicarse la vida ni seguir dietas extrañas con alimentos que sean difíciles de encontrar. De hecho, recuerda que en países como Estados Unidos, la dieta mediterránea, es decir, la nuestra, es la que eligen los profesionales de la nutrición. Y alerta de que estar más pendiente de alimentos como la quinoa, el aguacate, el tofu, la cúrcuma o las semillas de chía, que de los alimentos y bebidas básicos de nuestra dieta mediterránea tradicional, es un error de consecuencias nefastas para nuestra salud, nuestra cultura y para el medio ambiente. Por tanto, comer sano significa algo tan sencillo como “no renunciar a nuestra dieta”, señala el doctor Lluís Serra.

Insiste en que la mediterránea es una “práctica social basada en el conjunto de las habilidades, conocimientos y las tradiciones que van desde el paisaje a la mesa”. No se trata solo de comer estos u otros alimentos, sino seguir un patrón de alimentación y de estilo de vida que propicia la interacción social y tiene como alimentos fundamentales las verduras, frutas, cereales, legumbres, frutos secos y aceite de oliva; entre otros. “Todo ello nos da bienestar físico y mental. Es ciencia made in Spain: del estudio PREDIMED y del estudio SUN”.

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2. No renuncies al vino, pero resérvalo para ocasiones especiales

Respecto al consumo moderado, con comidas y amigos, de bebidas fermentadas como el vino o cerveza, el experto, que ha participado, recientemente, en coloquios para disfrutar y tener mejor salud, indica que el mensaje que queremos transmitir con estas mesas de debate “Los placeres de la buena salud” es que no tenemos que renunciar a las pequeñas cosas que nos hacen felices para estar sanos, siempre que las incorporemos con mesura, en equilibrio con un estilo de vida saludable. Para lograrlo, la dieta mediterránea es la mejor alternativa.

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3. Elmejor método para adelgazar y no perder la salud, olvidarse de las dietas de moda 

Otro error en el que podemos caer a la hora de perder peso es seguir modas que no están basadas en la evidencia médica. “Hacer ayunos, no desayunar, hacer dietas poco equilibradas, muy ricas en proteínas, cetogénicas y poco sostenibles en el tiempo y desde el punto de vista medioambiental son los mayores fallos”, señala. No debemos enfocarnos solo en adelgazar sino, sobre todo, en no recuperar lo perdido. La totalidad de las dietas rápidas de moda tienen siempre un efecto rebote. “De qué sirve perder peso si luego lo recuperamos. La dieta mediterránea hipocalórica es la mejor opción para perder peso y mantener esa pérdida en el tiempo: lo dice la ciencia”, afirma rotundamente el doctor.

4. Caminar es un ejercicio sano y recomendable  

Pese a que en ocasiones saltan noticias que asegura que no basta caminar para perder peso, el doctor Lluís Serra aclara que sí es suficiente. Eso sí, con matices. “Hay que caminar más de los típicos 30 o 60 minutos. En el Instituto de Investigaciones Biomédicas que dirijo en la Universidad de Las Palmas, el grupo del doctor López Calbet ha logrado pérdidas espectaculares y mantenidas de peso caminando tres horas al día. Unas 20-24 horas a la semana. En lugar de sentarse frente al televisor salir a caminar”.

Por otro lado, los ejercicios de alta intensidad (HIIT), están muy bien pero no son aptos para todas las edades y circunstancias. Por ejemplo en personas mayores o en casos de obesidad importante o cuando existen problemas cardiacos o articulares no se deben realizar.

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5. Comer con consciencia ayuda a sentirse mejor

Es muy importante y de eso hablamos poco. La alimentación consciente implica integrar las emociones en el acto alimentario. Comer en compañía y con tiempo suficiente, con el televisor apagado y sin mirar el móvil a cada rato, son algunos de los elementos a tener en cuenta, por ejemplo. Y es que los colores y los sabores de los alimentos también influyen en nuestro humor.

6. Una buena gestión de las emociones, la base de la felicidad

Estar triste de forma aislada y puntual no es un problema. Es más, es algo necesario porque la tristeza forma parte de la vida y existen muchas situaciones que nos pueden provocar esta emoción. Sin embargo, si se trata de algo crónico, si la melancolía o la apatía no se van, hay que consultar con un médico para que haga una valoración y nos dé un diagnóstico. “A veces se trata de estados depresivos que hay que diagnosticar y tratar”, recuerda el doctor Lluís Serra.

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