Suele ocurrir que, la conciencia que hemos tomado sobre el problema medioambiental que vivimos, nos lleve a relacionar cualquier fenómeno meteorológico con el cambio climático. Lo cierto es que los hechos aislados no deberían mezclarse siempre con la emergencia climática. Lo que no significa que muchos de los fenómenos extremos sean consecuencia de este cambio.
El nivel del mar ha subido, desde mediados del siglo XIX, cerca de 25 centímetros. Lo preocupante es que una tercera parte de ese aumento, poco más de 8 centímetros, se ha dado durante los últimos 25 años, esto confirma que existe un aceleramiento en el proceso.
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¿Desaparecerá Venecia?
La zona más baja de la ciudad se encuentra a unos 90 centímetros sobre el nivel del mar. Climatic Change ha publicado un estudio en el que describe como la combinación entre borrascas y mareas produce, en determinadas zonas de Venecia, que el nivel del mar supere los 90 centímetros. Esto provoca que las partes más bajas de la ciudad se inunden y queden anegadas.
A estos episodios, denominados Acqua Alta ocurren una media de 1,4 veces al año. El nivel del agua no suele superar los 105 centímetros y tampoco llega a las partes más altas de Venecia. Sin embargo, se espera que en los próximos años, esta cantidad aumente y que las inundaciones sean más frecuentes. Causas que obedecerán a los deshielos en Groenlandia y la Antártida, principalmente, y a los efectos del calentamiento global sobre el Mediterráneo. Se espera que antes de finales del siglo la cifra aumente entre 40 y 60 centímetros más.
Las inundaciones dejarán de ser fenómenos aislados para convertirse en la norma
Si nada hace cambiar este fenómeno mundial de crecida del nivel del mar, las inundaciones de Venecia que eran algo esporádico y anecdótico, pasarán a ser habituales. Cuanto más se caliente la Tierra más subirá el nivel del mar, por lo que el pronóstico de la ciudad de los góndolas es reservado.
Las inundaciones que sufrió Venecia el pasado mes de noviembre, feron las más importantes desde 1966. Italia lleva muchos años, cerca de 20, preparando un proyecto de diques móviles que ayuden a frenar la crecida del agua. El MOSE (módulo experimental electromecánico), aún no está en marcha por lo que la última inundación no se pudo frenar.
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Cada inundación aleja más al turismo
No es porque Venecia abnegada no interese o pierda su belleza, se trata del daño que causa el agua salada cuando ingresa en los comercios, los monumentos, los hospedajes y las viviendas. La pérdida económica es millonaria, porque los efectos del agua de mar son más dañinos y peligrosos.
La población habitual, además, está asustada porque ve peligrar su vivienda y su trabajo. En la actualidad Venecia apenas supera los 50.000 habitantes, cerca del 70 % de su población ha abandonado la ciudad desde la década del 70.
En el 2019, y por segundo año consecutivo, en las últimas inundaciones que asolaron Venecia el agua llegó hasta la Basílica San Marcos. Es probable que durante los próximos años se construya una barrera por delante de la basílica para intentar frenar la subida del agua y evitar los daños que esta causa a la arquitectura del lugar. En esta última inundación, la basílica vio dañado su pavimento, los mármoles, los mosaicos y algunas de sus columnas. Esto se suma al desgaste que mobiliario sufrió con la inundación del 2018 y que acababa de ser restaurado.
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