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Una alimentación sana y equilibrada es uno de los principales pilares sobre los que se sustenta un estilo de vida saludable, opción a la que cada día se suman más personas. Sus beneficios son múltiples, puesto que además de garantizar un buen estado de forma, nos ayuda a prevenir determinadas enfermedades como la obesidad, diabetes o afecciones cardiovasculares. Pero la cosa no acaba ahí. Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores del Brigham and Women's Hospital en Estados Unidos ha desvelado que llevar a cabo una dieta saludable puede reducir el riesgo de pérdida auditiva, una parte inevitable del proceso de envejecimiento.
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Comer mejor para oír mejor
Para eleborar el Estudio de conservación de la audición, los investigadores examinaron los cambios experimentados durante 3 años en la sensibilidad auditiva de un grupo de mujeres distribuidas en diferentes localizaciones de Estados Unidos (todas ellas profesionales sanitarias) con una media de 59 años, una edad mucho más temprana que a la que muchas personas piensan en revisar su audición por primera vez. Según los datos recopilados en el estudio, publicado en el diario médico American Journal of Epidemiology, se descubrió que aquellas cuyos patrones de alimentación se adherían más estrechamente a los de unos hábitos saludables -como los recomendados en la dieta para detener la hipertensión (DASH) o la dieta mediterránea-, tenían un riesgo sustancialmente menor de disminución de la audición.
Después del periodo analizado, el 19% tenía pérdida auditiva en las frecuencias bajas, el 38% en las frecuencias medias y casi la mitad tenía pérdida auditiva en las más altas. No obstante, los expertos señalan que, a pesar de este considerable empeoramiento, la pérdida auditiva entre muchos de estas participantes generalmente no se detectaría ni se abordaría en circunstancias normales. Asimismo, uno de los datos que más sorprendió a los investigadores fue que esta disminución se diera en un período de tiempo relativamente corto.
"Nuestra investigación se enfoca en identificar factores de riesgo potencialmente modificables, es decir, cosas que podemos cambiar en nuestra dieta y estilo de vida para prevenir la pérdida auditiva o retrasar su progresión", ha asegurado, Sharon Curhan, médico y epidemiólogo del hospital de Brigham al frente del proyecto. "Los beneficios de la adherencia a patrones dietéticos saludables se han asociado con numerosos resultados positivos para la salud y una dieta equilibrada también puede ayudar a reducir el riesgo de pérdida auditiva".
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Frutas y verduras contra la pérdida de audición
Otros estudios realizados anteriormente habían sugerido que una mayor ingesta de ciertos alimentos con unos nutrientes específicos, se asociaban con un menor riesgo de pérdida de oído. Es el caso de los carotenoides beta-caroteno y beta-criptoxantina (presentes en la calabaza, zanahorias y naranjas), folato (que se encuentra en las legumbres o verduras de hoja verde) y los ácidos grasos omega-3 de cadena larga (en mariscos y pescados).
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