Adelántate a la Navidad: consejos para una dieta saludable previa a los días de 'atracones'

Podemos disfrutar de los banquetes propios de las Fiestas sin que los excesos repercutan en nuestra silueta

por hola.com

Los turrones y mazapanes copan las estanterías de los supermercados, los buzones se llenan de catálogos y las ciudades encienden las luces. La cuenta atrás para dar la bienvenida a la Navidad ha comenzado, una época mágica del año en la que se repiten las reuniones con familiares y seres queridos alrededor de la mesa. A pesar de que es un tiempo de amor y felicidad, cada celebración significa un exceso dentro de nuestra rutina y son muchas las personas que temen que la llegada de las Fiestas pueda tener repercusiones en su silueta. Afortunadamente, tomando las precauciones pertinentes, podemos disfrutar de los banquetes principales sin sobresaltos. ¡Prepárate para la 'Operación Navidad'!

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No saltarse comidas

Diciembre suele ser el mes más calórico del año. Además de celebrar los días más señalados, como Nochebuena y Nochevieja, se suceden otros eventos importantes como comidas de empresa, reuniones con amigos o reencuentros familiares. Sin embargo, aunque nos salgamos de nuestra rutina en más de una ocasión, nunca debemos saltarnos comidas ni ingredientes. Antes de un gran banquete, muchas personas optan por no realizar la comida anterior para intentar 'compensar' los futuros excesos. Esto es un grave error que solo provoca que lleguemos con más hambre y ansiedad a la siguiente comida y, por consiguiente, comamos más y con más ansia. Nuestro cuerpo debe mantener los valores de glucosa constante y, para ello, tenemos que fraccionar la ingesta diaria realizando correctamente las cinco comidas.

Actividad moderada

Al igual que no es recomendable saltarse ninguna comida el día antes, tampoco lo es sudar durante horas y horas en el gimnasio. Antes de una comida copiosa, se debe seguir con nuestra habitual rutina deportiva. Lo recomendable es realizar una actividad física moderada cardiovascular de 45 minutos como caminar, hacer bicicleta o incluso correr, que podemos combinar con ejercicios de fuerza y estiramientos.

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Dieta equilibrada

Los menús antes de una comida más pesada deben ser equilibrados y ligeros con los vegetales como protagonistas, pero en los que no falten ningún grupo de alimentos. Por ejemplo, para un desayuno saludable podemos optar por pan integral con un poco de aceite, una pieza de fruta de temporada y un yogur semidesnatado o queso fresco, acompañado por una taza de café o té.

Debemos tratar de reducir el consumo de carbohidratos (pasta, pan, arroz…), pero no eliminarlos radicalmente de la dieta. Es importante prestar especial atención a las cenas y optar por platos ligeros ricos en proteínas. La mitad del plato deberá estar compuesto por verduras y hortalizas; un cuarto por proteína de calidad, ya sea de origen animal o de origen vegetal; y otro cuarto por granos integrales, como el boniato, el arroz integral o incluso una simple rebanada de pan integral.

Hidratación

En este periodo de excesos, es fundamental mantenerse correctamente hidratado. No te olvides de beber, al menos, dos litros de agua al día e incluye alimentos con propiedades diuréticas y depurativas como la piña, la pera, las zanahorias o la coliflor. Además, los días en los que no haya que brindar, elimina el alcohol de tus comidas y reserva esa copa de vino para una celebración especial.

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