Elegir los alimentos adecuados nos proporciona un estado de bienestar mayor y nos ayuda a mejorar el equilibrio físico y mental. Lo adecuado sería no caer en dietas radicales sino en encontrar un modelo alimenticio que se adecúe a tu estilo de vida.
Si quieres iniciarte en el veganismo u otra práctica que pueda, por algún motivo, implicar consecuencias para tu salud, recurre a un profesional para que te brinde asesoramiento según tu metabolismo y características. Al realizar yoga te vuelves más observadora de todo lo que haces, apartas el piloto automático y actúas según tus gustos, necesidades y sentimientos, por lo que probablemente, ya hayas tenido la necesidad de dejar de lado algunos productos.
Evita los procesados
Leer las etiquetas de los alimentos que compramos debería ser un paso que, sea por la opción que sea, estemos dando todas. Sin embargo, la falta de tiempo hace que, en la mayoría de los casos nos alcance con reparar en la fecha de caducidad, sin mirar los ingredientes añadidos.
No hace falta que seas una experta, cuanto más ingredientes agregados lleva un producto más procesado es. Los expertos en real fooding aconsejan la técnica de los 5 ingredientes y los 10 gramos para comenzar a ser conscientes. Si en el etiquetado aparecen más de 5 componentes extras, el producto está ultra procesado. Procura que el porcentaje de añadido no supere el 10% porque cuanto más cantidad contenga más perjudicial será para tu salud.
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Ponte metas y haz cambios graduales
Es mucho más difícil, y en algunos casos menos saludable, que el cambio en tu dieta sea de un momento para otro. Puedes comenzar por restringir uno o dos productos a la vez. Algunos alimentos son más adictivos o están más presentes en nuestra dieta que otros. Procura no quitar dos de estos productos a la vez, por ejemplo la leche y el azúcar, porque te resultará más duro el cambio.
Aprende cómo puedes sustituir sabores y a reemplazarlos por otros. Si limitas el consumo de sal puedes añadir especias a tus comidas. El picor de la cayena y la pimienta ayudan a dar sensación de salazón sin interferir en tu práctica de yoga. Las especias tienen propiedades nutricionales que puedes aportar a tu dieta con mucha facilidad y sin engordar.
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¿Conoces los alimentos rajásicos y tamásicos?
Se denominan rajásicos a los alimentos que pueden, por su composición natural o artificial, inducir al estrés físico y emocional. No es necesario que los elimines por completo de tu dieta, si no quieres, basta con que reduzcas su ingesta y seas consciente de que los estás consumiendo. De esta manera estarás alerta si notas molestias o cambios.
Son alimentos rajásicos la cebolla, los endulzantes refinados, el chocolate, el café y el té y las bebidas azucaradas de manera industrial. Un zumo de naranja que prepares en casa sin agregarle azúcar o edulcorante no integra esta categoría de productos.
Los alimentos tamásicos producen un sutil cansancio corporal. Si practicas yoga no suelen estar recomendados antes de las clases. Reducir su ingesta ayuda a que te sientas con más energía. La carne roja, los embutidos, las setas y los productos lácteos enteros se incluyen en esta categoría. También el vino, la cerveza y cualquier otra bebida que contenga alcohol.
Hacer yoga proporciona una sensación extraordinaria de paz y bienestar. Para mantener esa sensación es importante que te ayudes, no solo de las comidas, sino también de la manera en la que lo haces.
Come sin prisas y masticando mucho, al menos 15 veces. Procura que las comidas sean livianas para evitar que las digestiones se vuelven lentas y pesadas. Salvo que tu intención sea la de cambiar el tipo de alimentación, el yoga permite que comas de todo. Lo más indicado es controlar las cantidades, su origen y el momento en el que lo haces. Cuanto más saludable sea tu alimentación mejores serán los efectos secundarios de esta disciplina.
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