Nos acercamos a la Navidad, una de las épocas más especiales pero, a la vez, más críticas de año para muchas personas. Es tiempo para el encuentro y las reuniones con los seres queridos, unas citas que normalmente solemos celebrar en torno a la mesa y que se traducen en varios kilos de más en el mes de enero. Algo que se puede evitar en gran medida si conseguimos mantenernos 'a raya' el resto del año. Llevar una alimentación sana no es tan complicado como parece. No se trata de vivir eternamente a régimen, sino de adoptar ciertos hábitos saludables que nos ayuden a no caer en la tentación. Una tarea que para Laura Gallardo, nutricionista y dietista del hotel Barceló Montecastillo en Jerez de la Frontera, es muy sencilla y comienza en nuestra propia cocina, ya que una nevera y despensa bien organizadas son dos de las claves principales para no arruinar nuestra dieta. Estos son sus consejos para conseguirlo.
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Diseña tu menú semanal
"Si quieres cuidarte de verdad, lo primero que tienes que hacer es definir muy bien qué vas a desayunar, a comer, a merendar y a cenar cada día de la semana", asegura la experta. "Solo así sabrás lo que tienes que comprar para elaborar cada plato, y de esta manera te resultará muchísimo más fácil ceñirte a ello y no salirte del plan". Dedicar parte del domingo a diseñar todo el menú semanal puede sonar aburrido, pero te ayudará a ahorrar tiempo y a comer mejor entre semana, lo que al final terminarás agradeciendo. "Si en vez de esto tus comidas son aleatorias, existe más probabilidad de que acabes comiendo lo primero que veas en la nevera, sin pararte a pensar si es la mejor opción para tu salud", apunta Gallardo. Asimismo, puedes aprovechar el fin de semana para comenzar a cocinar.
La visita al supermercado: un momento crítico
Una vez tengas todas tus comidas perfectamente planificadas, el siguiente paso es hacer la lista de la compra con todo aquello que necesitas para elaborarlas. Así, una de las recomendaciones de la nutricionista para que la visita al supermercado sea un éxito es ceñirse estrictamente a la lista y acudir a comprar después de comer, nunca antes o con mucha hambre, puesto que ese caso nos dejaremos llevar por esa sensación y nos decantaremos hacia alimentos mucho más calóricos e insanos que los que llevamos apuntados.
Despensa y nevera siempre perfectas
El orden en la cocina es uno de los aspectos clave para que tu dieta sea un éxito. Una nevera bien organizada en la predominen alimentos frescos y saludables nos ayudará a evitar las visitas entre horas. Para ello debes eliminar todo tipo de ultraprocesados y asegurarte de que solo haya vegetales (frutas, verduras y hortalizas), proteínas (huevos, carne, pescado, tofu…) y lácteos preferiblemente naturales y sin edulcorar. Del mismo modo, en la despensa no deben faltar cereales integrales (avena, quinoa, arroz, pasta) legumbres y frutos secos (no fritos). Según la experta estos últimos son perfectos como snack sano o para añadir en el yogur o en las ensaladas.
Por otra parte, otro de los comodines que no pueden faltar nunca son las latas de conservas, ya que nos pueden salvar de un apuro en muchas ocasiones. Sardinas, caballa, mejillones, berberechos… Ya sea como segundo plato o como parte de un plato principal, tendremos una ración de pescado o marisco de calidad que, además de tardar en caducar, conservarán todas sus propiedades nutricionales. Laura Gallardo señala que siempre es mejor optar por las opciones al natural o, incluso, con limón, "pero si las elegimos con aceite, mejor que sea de oliva que de girasol porque es una grasa monoinsaturada beneficiosa para nuestro sistema circulatorio".