Reflexología podal: más que un simple masaje en los pies

Es una técnica que ayuda a reducir los niveles de estrés y contribuye a mejorar la salud

Por Nuria Safont

La reflexología podal no es un tratamiento médico ni lo sustituye. Pero sí es muy útil como terapia complementaria natural para mejorar los síntomas de algunas enfermedades como, por ejemplo, la depresión. Consiste en realizar masajes suaves y profundos en zonas muy concretas del pie para liberar las tensiones acumuladas a lo largo del día, algo muy beneficioso en esta enfermedad. Así, esta técnica favorece la relajación física y mental, lo que se traduce en una disminución de los niveles de cortisol (una hormona relacionada con el estrés) y, por tanto, del estrés. Además también combate el insomnio, propiciando que las personas puedan descansar adecuadamente y afrontar el día con mucha más energía.

Para hablar de esta técnica y cómo nos ayuda en el día a día, entrevistamos a la especialista Isabel P. Broncano, directora y terapeuta de Ranvvai, centro de reflexología podal y escuela de formación para nuevos reflexólogos. Ella nos da todas las claves para entender la reflexología podal, cómo actúa en el cuerpo y por qué podemos recurrir a ella para mejorar nuestra salud. 

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¿Qué beneficios tiene la reflexología podal? 

La reflexología podal tiene un gran poder sanador. Mejora, en términos generales, la calidad de vida de quien la recibe y está indicada para tratar un amplio abanico de dolencias físicas, mentales, emocionales y energéticas.

Todos los seres humanos, independientemente de nuestra edad, necesitamos eliminar los desechos que se acumulan en nuestro organismo. Los tratamientos reflexo­lógicos ayudan al organismo a desintoxicarse y a expulsar los tóxicos que se van acumulando en él, como los derivados del estrés del día a día, y los medicamentos, alcohol, café o tabaco.

Estos son algunos de los beneficios:

  • Calma el estrés y la ansiedad.
  • Fortalece el sistema inmunológico.
  • Activa la circulación sanguínea.
  • Alivia el dolor, especialmente, el dolor de espalda, cuello, cabeza, oídos y muelas.
  • Reduce el insomnio y mejora la calidad del sueño.
  • Favorece mecanismos de depuración.
  • Ayuda a eliminar toxinas del organismo.
  • Equilibra el sistema nervioso central y periférico. 
     

Además, la reflexología puede ayudar al organismo a eliminar el exceso de grasas, azúcares y todo aquello que se va acumulando en el cuerpo a causa de una alimentación inadecuada.

Por todo ello, es una terapia muy efectiva como tratamiento complementario de cualquier tratamiento médico, y como terapia natural preventiva de enfermedades.

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¿Por qué ayuda a combatir el estrés y la depresión?

Por su poder relajante, la reflexología está indicada para las personas que su­fren estrés, depresión, apatía y tensiones físicas y psicológicas. Desde el mismo momento en el que el reflexoterapeuta coloca sus manos en los pies de la persona, esta comienza a sentirse relajada. Al terminar la sesión la persona se siente más liviana, con fuer­zas renovadas para afrontar el día y en un estado de gran tranquilidad. Esto es así porque los tratamientos de activan las endorfinas y las on­das cerebrales conectadas con los neu­rotransmisores del placer y el bienestar.

¿Para qué tipos de depresión?

A grandes rasgos distinguiremos entre depresión endógena o depresión exógena, es decir, si el desencadenante que la ocasiona es interno, como desajustes bioquímicos, por problemas psicóticos, hormonales, etc., o si es provocada por algo externo que afecta a la persona emocionalmente, como puede ser, por ejemplo, la pérdida de un ser querido, un divorcio, un cambio de vida importante o alguna vivencia traumática como un accidente o experiencia que deja a la persona, primero en shock y, posteriormente, sumida en una tristeza depresiva.

En todas ellas, la reflexología hará una función positiva y muy eficaz al relajar, depurar y equilibrar tanto el cuerpo, la mente como el espíritu.

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¿Cuál es la conexión entre pies y mente?

La conexión entre los pies y la mente se debe a las vías nerviosas que conectan la periferia con el sistema nervioso central; concretamente, con zonas de la corteza cerebral que serán estimuladas desde zonas reflejas distantes, situadas en los pies. Al presionarlas con las diferentes técnicas reflexológicas de digitopresión, harán que, a modo de corriente eléctrica, el impulso nervioso llegue al sistema nervioso central y, desde este, a través del sistema nervioso periférico para posteriormente desde el sistema nervioso neurovegetativo, los impulsos nerviosos inerven para afectar a los sistemas, órganos, glándulas, células etc., esto ocurre a través de una de las ramas: la simpática o la parasimpática del sistema nervioso neurovegetativo.

¿Cuentanos en qué consiste una sesión de reflexología?

Se hace en los pies y se busca la máxima comodidad tanto para el cliente como para el profesional. Para ello, lo primero que haremos será aplicar una pequeña cantidad de aceite vegetal para calentarnos las manos y, posteriormente, masajear los pies de la persona que vamos a tratar, de esta manera, la manipulación de la zona es mucho más fácil y efectiva.

El aceite se aplica con un movimiento de amasamiento y vaivén, comenzando por los tobillos y acabando en las puntas de los dedos y viceversa, lo cual favorece también la relajación y estimula la circulación sanguínea. De esta forma, ya desde el inicio, estamos aportando beneficios y bienestar.

El siguiente paso, es sujetar el pie que estemos tratando y, con la ayuda del pulgar, iremos movilizando mediante presiones con las técnicas reflexológicas de digitopresión, por toda la zona plantar, el borde externo, todo el dorso y el borde interno del pie.

Las presiones se realizarán, preferentemente, con los dedos pulgares, aunque en algunas zonas también pueden hacerse con el resto de los dedos.

La presión inicial que se ejerce sobre el pie es ligera, para luego ir adaptándola a las necesidades de la persona tratada y al tipo de tratamiento que queramos realizar. También adaptaremos al tipo de cliente y problema, el ritmo y la velocidad del tratamiento.

No solo se trata de aplicar digitopresiones aisladas en puntos determinados, el tratamiento de reflexología incluye también ejercicios de calentamiento y desbloqueo, y las técnicas varían dependiendo del problema y del tipo de persona que tengamos entre las manos.

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¿Cada cuánto tiempo debe hacerse?

La periodicidad de las sesiones va a depender del objetivo y de la implicación del cliente por mejorar así como la problemática a resolver. No es lo mismo querer darse un homenaje para relajarse, disfrutar y desconectar del mundanal ruido, que tener problemas serios. Tampoco se trata igual un problema agudo, que uno crónico mantenido durante años.

A modo orientativo, oscila entre una vez al mes para tratamientos preventivos o de mantenimiento, cada quince días para problemáticas sencillas, una vez por semana o, incluso dos, cuando se trata de algo más grave.

Todo ello será pactado con el interesado o, en caso de niños, con el familiar o responsable que le acompañe. Siempre trataremos de adaptarnos y de adaptar el tratamiento a las necesidades globales y particulares de la persona que está confiando en la terapia y llega a la consulta para ser ayudado.

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¿Está contraindicada en algunos casos?

Las contraindicaciones son pocas y muy claras:

  • En problemas psiquiátricos graves que estén sin tratar medicamente, como por ejemplo, depresión severa, trastorno bipolar, brotes de esquizofrenia, o problemas similares graves. Solamente en plena crisis aguda.
  • En problemas circulatorios, del corazón o del cerebro, por ejemplo en infarto, ictus, tromboflebitis, gangrena. Solamente en plena crisis aguda.
  • La reflexología también está contraindicada puntualmente en caso de experimentar una enfermedad infecciosa aguda durante el tiempo que cursa con fiebre alta (38 grados o más). El propio organismo ya está sobrecargado intentando combatir la infección y querer acelerar más el trabajo natural con el tratamiento reflejo, resulta poco apropiado.
  • Al poco tiempo de la implantación de cualquier elemento extraño en el cuerpo, como por ejemplo un marcapasos, una lente intraocular, un trasplante de órganos, tampoco está recomendada la reflexología. La razón es que al ser un tratamiento sumamente depurativo y equilibrador podría contribuir a que el organismo rechazara ese nuevo elemento extraño que debe aceptar. La contraindicación desaparece una vez que el cuerpo ha asimilado completamente ese nuevo elemento y la persona tiene el alta médica.
  • En mujeres embarazadas que estén teniendo un embarazo de riesgo y le hayan recomendado reposo, ya que lo mejor es dejar reposar las funciones orgánicas y no querer acelerarlas con un tratamiento natural, por muy bueno que este sea en otras circunstancias.
  • Por supuesto, estos tratamientos no deben ser aplicados en caso de infecciones en los pies como: hongos, pie de atleta, sabañones, papilomas, etc., y tampoco de traumatismos, heridas o hematomas en los pies. En el caso de infecciones, se corre el riesgo de extender la infección, tanto por los pies del afectado como por las manos del terapeuta. Y en caso de traumatismo, heridas o hematomas, porque el dolor no permitirá al terapeuta profundizar con las presiones en la zona afectada del pie o del tobillo.

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