La contaminación es uno de los mayores problemas del momento a nivel mundial. Tanto que hay ciudades cuya situación ha pasado a ser emergencia de salud pública. Es el caso de Nueva Delhi, que se vio en la obligación de decretar este estado a principios del mes de noviembre, cuando los niveles de toxicidad alcanzaron máximos alarmantes. Las reacciones en la calle no se hicieron esperar, con manifestaciones y protestas como la que ilustra la imagen de portada de este artículo. "Delhi se ha convertido en una cámara de gas" llegó a compartir el jefe de Gobierno de la capital india, Arvind Kejriwal, en su cuenta de Twitter. Según un comunicado emitido por el jefe de la Autoridad para el Control y Prevención de la Contaminación (EPCA), Bhure Lal, los niveles de contaminación se habrían disparado en los días previos por el uso de petardos en la noche de Diwali -el festival del año nuevo hindú que se celebró el pasado 27 de octubre- y la quema de rastrojos en los estados al norte de Nueva Delhi.
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Ante esta situación, se pusieron en marcha medidas preventivas. EPCA advirtió de la necesidad de paralizar cualquier obra de construcción en el área metropolitana, así como la actividad de las plantas procesadoras de asfalto o las fábricas que utilizan carbón como combustible. Restricciones de tráfico, el reparto de 5 millones de máscaras a los colectivos más vulnerables y un cierre temporal de las escuelas fueron otras de las acciones que se implementaron para proteger a la ciudadanía de la alta contaminación a la que se exponen solo con salir de sus casas. La concentración de partículas finas llegó a registrar 533 microgramos por metro cúbico, cuando, según la OMS, recomienda que no superen los 25 microgramos por metro cúbico.
El negocio del aire limpio
El aire puro vale más que el oro en una de las ciudades más contaminadas del planeta y eso es algo que no ha pasado desapercibido para dos jóvenes emprendedores, Aryavir Kumar y Margarita Kuritsyna, que han montado un bar de oxígeno para que todo aquel que quiera respirar pueda hacerlo. Previo pago, claro está, de una cantidad que es bastante elevada teniendo en cuenta la renta media del país. Oxypure abrió sus puertas en mayo de 2019, está situado en una de las principales vías comerciales de la ciudad y ofrece 15 minutos de oxígeno por 300 rupias (unos 3,5 euros).
El oxígeno se acompaña de esencias para favorecer efectos complementarios al de respirar limpio; para la tos, relajar la mente, los músculos o minimizar los mareos, por ejemplo. Los clientes entran en el 'bar' y consumen su oxígeno a través de unos conductos que se colocan en las fosas nasales. Parece una película de ciencia ficción, pero está pasando. Tal y como compara Aryavir Kumar, "hace 20 años nadie imaginaba que tendría que pagar por una botella de agua pura, pero ahora se hace", respondía en una entrevista a The New York Times.