Los ejercicios snack están revolucionando los estudios médicos. Son sesiones de entre 5 y 9 minutos a lo largo del día. Eso sí, para que sean efectivos, esta rutina debes practicarla al menos 5 veces al día, y no dejar pasar más de 24 horas sin hacerlos. Están al alcance de todas y proporcionan bienestar general en pequeñas cápsulas.
La intensidad con que los realices puede variar aunque los mejores resultados se han dado en los que son de mayor impacto. Otra clave es que estos ejercicios se realicen cerca de las comidas. De esta manera ayudas a mantener el nivel de azúcar en sangre. Puedes hacerlos 5 minutos antes del desayuno, del almuerzo, la comida y la cena. Cuanto menos comidas te saltes más beneficios para tu peso y más posibilidades de hacer estos ejercicios snack.
Estar en forma y mantener estable el azúcar
Los ejercicios snack no sustituyen la actividad física aeróbica, pero ayudan a combatir el sedentarismo y a que tu organismo mantenga el nivel de azúcar en la sangre. En algunos casos estudiados, el nivel de azúcar en sangre se mantiene mejor haciendo estos ejercicio pequeños a diario que practicando un ejercicio intenso y continuado.
Para mantenerse saludable, un adulto debe realizar dos clases de actividades. Una de ellas debe ser aeróbica y la otra de fuerza. La OMS recomienda un mínimo de entre ciento veinte y ciento cincuenta minutos a la semana. Si tienes poco tiempo, puedes aprovechar el fin de semana para pasear en bicicleta o hacer caminatas largas y los días laborales te mantienes activa con los ejercicios snack. No importa que tan intenso sea tu día, estas actividades no tienen contraindicaciones y no te llevarán más tiempo del que te lleva ir hasta la máquina de café.
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¿Cómo puedes hacer ejercicios 'snack' en tu trabajo?
Estos ejercicios son una manera simple de mantenerte en forma y evitar estar más de 3 horas sentada. Los ejercicios snack tienen muchas ventajas además de las de mantenerte en forma. Los puedes hacer con complementos como pesas o una cuerda, o sin ellos. También puedes utilizar elementos que tengas en casa o el trabajo, como botellas de plástico. Si los realizas en tu casa, una forma de practicarlos puede ser dando vueltas a la cama con trotes o saltando a la comba.
Recuerda que estos ejercicios de fuerza deben movilizar la mayor parte de tus músculos. Subir y bajar escaleras, caminar hasta el trabajo o de vuelta a casa son opciones fáciles de incorporar.
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Comienza ahora mismo
Imagina todo aquello que puedas hacer de manera física y que, por determinadas circunstancias has reemplazado por lo mecánico. El ascensor, el transporte público y las escaleras mecánicas son algunos ejemplos de elementos que usamos a diario para no cansarnos. No somos conscientes que de esta manera nuestro cuerpo pierde la ocasión de hacer una actividad que le proporciona tonicidad y resistencia.
Si dispones de un espacio personal en el trabajo puedes hacer sentadillas o algunas de sus variantes. Si no quieres ayudarte con complementos puedes utilizar tu propio peso corporal con actividades como zancadas y flexiones. Procura entre serie y sería descansar, al menos, unos 20 segundos.
Hacer ejercicios de fuerza en la oficina no te llevará mucho tiempo. Cuanto más músculos trabajen más completos serán.
Procura hacerte una rutina y tener constancia, sirven de muy poco si no los realizas a diario. Otro aspecto importante que debes tener en cuenta es saber las zonas que estás trabajando y evitar repetir esos ejercicio. Si estás decidida a volver caminando a casa aprovecha los ejercicios snack para trabajar brazos o abdominales.
Si tu rutina diaria no te permite apuntarte a un gimnasio, los snack pueden ser un paliativo. Incorporarlos poco a poco y verás los resultados.
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