La infidelidad y la deslealtad son, en la mayoría de los casos, los grandes enemigos del verdadero amor en una pareja. Se trata de uno de los escollos más duros de salvar y perdonar cuando uno de los integrantes es conocedor de la traición del otro, ya que los hechos desencadenantes de la infidelidad se llevan a cabo en secreto. Cuando se produce una deslealtad en la pareja con una tercera persona, generalmente el sentimiento para la parte dañada es sin duda la sensación de haberse roto la confianza que, desde un principio, marcaba la pauta de la relación. No solo eso, tras conocerse los hechos, la parte perjudicada en la situación suele sentir minada su autoestima debido al importante daño causado en su vida. Una realidad muy dolorosa muy complicada de perdonar y olvidar. Sin embargo, existen numerosos casos en los que una infidelidad descubierta no tiene porqué desembocar en una ruptura definitiva. ¿Se puede perdonar por tanto una deslealtad ten importante?
Numerosos expertos han ahondado en esta circunstancia, dando lugar a diferentes e interesantes teorías como la de Juan Haro, psicólogo experto en sanar las secuelas de una infidelidad, quién, desde su meticuloso estudio al respecto durante más de 25 años, ha llegado a la conclusión de que se puede perdonar este tipo de deslealtades: "Lo más importante es no escandalizarse. Por muy complicadas que sean las emociones es conveniente compartir el dolor con una persona de nuestra confianza".
La importancia de dejarse aconsejar
Seguidamente, las personas que se hayan planteado seguir adelante con su historia de amor y tratar de perdonar, deben dejarse aconsejar por un experto: "Es importante pedir ayuda, porque es frecuente que la persona que ha sido engañada sienta miedo a que esa infidelidad se la nieguen, puesto que el infiel lo niega casi siempre. El miedo lleva a un estado de hipervigilancia, lo que conlleva controlar correos, whatsapp… Por eso lo más recomendable es pedir ayuda".
Para conseguir unos resultados más efectivos, el experto resume su terapia en tres puntos fundamentales: "En primer lugar, recibimos a las partes implicadas evitando cualquier tipo de juicio y se promueve que cada uno comience a hacer su trabajo. En segundo lugar, el miembro de la pareja que ha cometido la infidelidad y quiere solucionarlo debe reconocerlo y cortar todo contacto con la otra persona. Finalmente tratamos de analizar el problema previo a la comisión de la infidelidad que ha motivado llegar hasta ese punto".
Se trata, como apunta Haro, de un proceso en el que el agraviado también tiene mucho que hacer: "Tiene derecho a saber todo lo que ha pasado. Pero, a la vez, le recomendamos evite hacer preguntas constantemente a su pareja y que las apunte para cuando todo haya pasado. Sobre todo, para que no se convierta en una obsesión. Porque las obsesiones son terribles: son pensamientos que vienen a la cabeza y no se pueden controlar".Un duro trabajo en pareja cuyo éxito radica en la manera en la que los afectados se entregan al proceso: "Muchas veces les dices que deben ser claros y explícitos y que cuenten todo aunque duela y no lo hacen. Es un momento de mucha vulnerabilidad y no se pueden callar ni los mínimos detalle".