La actividad deportiva es recomendada para toda clase de edad y estado físico. Lo que suele variar, según nuestra condición biológica, es la intensidad, el modo, el estilo y la frecuencia. Aunque existen recomendaciones generales como las que periódicamente realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde se estima la cantidad de tiempo que debemos emplear a la semana en hacer ejercicios, lo aconsejable es que sea un especialista quien te asesore.
El metabolismo que presenta una persona de 20 años no es igual al que tiene una de 50 años. Tampoco es lo mismo si llevas toda la vida corriendo o practicando deporte que si decides comenzar a los 45. Lo importante es que te inicies sabiendo ciertas recomendaciones para que no te exijas más de lo que puedes hacer, ni te desmotives.
Si tienes entre 18 y 64 años
En este caso son números arbitrarios para definir un sector de la población que se estima tiene una rutina de vida y una fuerza física. Es una franja de edad orientativa que ayuda a segmentar a un público por su actividad y capacidad. Se recomiendan unos 40 minutos diarios de actividad física moderada, 120 minutos semanales si es un deporte exigente y de alto rendimiento.
Durante este período puedes hacer deportes aeróbicos y mezclarlo con ejercicios de fuerza en el gimnasio dos veces por semana. A partir de los 64 años debes tener en cuenta que clase de vida has tenido. Si el ejercicio ha sido constante, entonces deberás controlar la intensidad, siempre y cuando, no presentes ningún tipo de patología en la que no sea recomendable hacer cierto ejercicio.
Si por el contrario, tu vida ha sido más bien sedentaria y de algunos paseos por el parque, además de la intensidad debes tener en cuenta la flexibilidad. La OMS sugiere toda aquella actividad que favorezca a desarrollar el equilibrio.
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La edad no es un factor limitante
Si has mantenido una vida saludable y te has ejercitado a lo largo de tu vida, cumplir años no tiene que significar renunciar al deporte. Tampoco te limites a actividades fabulosas como yoga o pilates, si lo que te apetece es hacer running.
Mucho más determinante que la edad es el estilo de vida que has llevado y la situación en la que te encuentres. Si estás embarazada no se aconsejan los deportes violentos o de alto rendimiento. La OMS determina que a partir de los 40 años reducimos el metabolismo basal en un 5% cada década. Por lo que debes cuidar la alimentación y enfocar el ejercicio para fortalecer la tonicidad muscular y la resistencia física.
¿Cuántas veces has salido a entrenar sin calentar? Si has cumplido los 40 evita arriesgarte de esta manera. Aunque no es aconsejable hacerlo a ninguna edad, con los años corres mayores riesgos y los tiempos de recuperación suelen ser más lentos.
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Un plan de entrenamiento según nuestra condición biológica
Un plan adecuado a cada persona no solo garantiza un bajo índice de abandono, sino que también, es saludable y más efectivo. No hay edad para iniciarte en el deporte, pero debes ser consciente de algunos riesgos que puedes correr según tu estado de salud. Una mujer que sufre de una enfermedad crónica no tendrá las mismas condiciones físicas que una que no ha pasado por ello. Lo mismo ocurre con los postoperatorios, los partos y demás situaciones a las que te puedes haber visto expuesta.
Los cambios hormonales y físicos que se producen en la mujer durante la menopausia pueden combatirse con actividad física, sobre todo con los ejercicios de fuerza. Si no padeces osteoporosis, entrenando de esta manera podrás prevenir o demorar su aparición.
No existe ningún requisito biológico para que seas o no una mujer fitness, solo depende de tu voluntad y de que adecues el entrenamiento y la alimentación según la etapa en la que te encuentres.
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