Es importante que sigas las indicaciones de tu médico porque, durante el embarazo, perder peso deja de ser una cuestión estética. Si tienes sobrepeso asesórate por un profesional, si es que no lo has hecho aún, porque no es un buen momento para probar dietas.
Uno de los miedos, aunque ínfimo en comparación con todos lo que solemos tener durante esos 9 meses, es saber cómo quedará nuestro cuerpo después del parto. Hace algunos años, bastantes pero no los suficientes para que no lo hayas escuchado, se decía popularmente que el cuerpo femenino aumentaba dos kilos por cada embarazo. No hay nada que lo asegure científicamente. Era solo uno de esos consejos populares a los que nos aferramos cuando no podemos cambiar la realidad.
La misma sociedad que asumía y hasta celebraba las redondeces tras el embarazo es la misma que hoy analiza con lupa los kilos que no hemos perdido después del parto. Cuando en los cursos de preparto explican los beneficios de la lactancia materna, uno de motivos que exponen es que dar el pecho adelgaza.
Ahí está, otra vez como la espada de Damocles, para que no te olvides que debes volver a tu talla como si nada hubiera pasado. Como si no se te cerraran los ojos a plena luz del día, como si no tuvieras nada más en qué pensar.
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Adelgazar de manera natural
Cómo te alimentes durante el embarazo será fundamental. Desterrado el mito de que la mujer gestante debe comer por dos, es esencial que sigas una dieta rica y completa. No es el momento de adelgazar, salvo que el obstetra te lo haya recomendado.
Sin embargo, muchas mujeres pierden peso de forma no intensionada, especialmente en el transcurso de los tres primeros meses. La somnolencia, las nauseas y la reticencia a comer ciertos alimentos pueden favorecer a que pierdas uno o dos kilos. No es lo más frecuente pero ocurre y no debes alarmarte por ello si tienes un embarazo controlado por profesionales.
Si buscas por Internet dietas para adelgazar durante el embarazo, encontrarás infinidad de regímenes y sugerencias. Ten en cuenta que la correcta formación del bebé depende mucho de los alimentos que ingieras, no solo de la cantidad, sino también de la calidad. Los expertos aseguran que, durante la gestación y solo si lo necesitas, puedes aumentar unas 300 calorías diarias a las habituales.
¿Cuántas comidas debes hacer?
Es muy frecuente que las mujeres embarazadas sientan una mayor ansiedad y lo canalicen mediante la comida. Para evitar que esto repercuta en el peso es importante que realices las 5 comidas habituales. Un buen desayuno equilibra la hormona insulina y mantiene el azúcar en sangre en los niveles adecuados.
No descuides la hidratación
Bebe todo el agua que necesites y más. Conocemos de sobra los beneficios de una hidratación adecuada, pero en esta etapa es fundamental. Si bebes agua, no refrescos o bebidas azucaradas, tu cuerpo mejora la circulación sanguínea y ayudas a prevenir mareos y bajadas de tensión tan frecuentes en esta etapa.
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Presta especial atención a los nutrientes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda pautas concretas para una correcta alimentación durante el embarazo.
Si durante la gestación no se ingieren suficientes micronutrientes como el calcio, la vitamina A y el hierro pueden producirse complicaciones tanto para la madre como para el niño. Si la mujer tiene un aumento de peso inferior al estimado existe el riesgo de que se adelante el parto, propensión a malformaciones congénitas y un bajo peso del bebé al nacer.
Un correcto asesoramiento nutricional durante esta etapa es la recomendación de los obstetras. Si tienes que cambiar hábitos, como dejar de fumar y estos te provocan una mayor ansiedad consulta con tu médico de cabecera, porque demasiado aumento de peso es tan perjudicial como la disminución de este.
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