Platos calientes y buena planificación: lo mejor contra el frío
La dieta tiene mucho que decir para evitar el contagio por virus que pueden causar la gripe o los resfriados. Esta es la mejor manera de organizar tus menús para mantener tus defensas activas
En la prevención del resfriado o de la gripe, o de otras infecciones como la neumonía, la dieta juega un papel fundamental. Y en otoño, la naturaleza nos ofrece alimentos ricos en nutrientes que nos ayudan a mantener las defensas bien activas. Es el caso de la calabaza, los frutos secos como las nueces, frutas como la manzana, las espinacas, acelgas, coles o las setas. Pero además de escoger los mejores productos de esta temporada, cómo organizamos la cesta de la compra y los menús también influye.
¿Por qué hay que cuidar lo que comes?
Cuando entramos en una nueva estación, no debemos perder de vista el cuidado de nuestro organismo y su preparación a un nuevo ritmo y un nuevo clima. "Las temperaturas bajan nuestras defensas naturales y eso hace que nuestras partes más afectadas estén más expuestas a infectarse por gérmenes patógenos, en general virus", explica el doctor Miguel Ángel Rodríguez Zambrano, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario HM Puerta del Sur. Por ello, el objetivo de la dieta cuando llega el frío es generar más energía, aportar calor al organismo y reforzar las defensas. De esta forma, "conseguiremos mantener el buen estado del sistema inmunológico para evitar los clásicos refriados y gripes", indica Reme Navarro, farmacéutica y cofundadora de Mifarma.
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¿Cuál es la mejor dieta contra el frío?
Una dieta variada y equilibrada es el mejor remedio para combatir los rigores del frío. Además, la farmacéutica nos da algunos consejos que nos ayudarán a reforzar nuestras defensas.
Escoge platos calientes
Con la bajada de las temperaturas, nuestro organismo demanda más energía para poder generar más calor y mantener una temperatura corporal estable para no enfriarnos. En este sentido, la farmacéutica aconseja sustituir los alimentos crudos y decantarnos por platos calientes y cocinados, que nos aporten ese calor necesario. Podemos completar el menú con una ensalada variada. Un plato que puede acompañarnos durante todo el año.
De temporada y mediterránea
Sin duda, la nuestra es la mejor elección para asegurar que cubrimos las necesidades de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Además, dos de los ingredientes indispensables para conseguir una buena base energética deben ser los cereales y las legumbres. Por último, "no debemos olvidar los champiñones y las setas, puesto que son alimentos inmunoestimulantes que refuerzan nuestro sistema inmunitario y nos protegen de las bajas temperaturas del invierno", señala la especialista.
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Bebe abundantes líquidos
La hidratación es fundamental para combatir los microorganismos patógenos. Además, el agua ayuda a conseguir una piel más hidratada y combate la sequedad, tan frecuente durante esta época del año, evita la retención de líquidos, reduce el apetito, que tiende a aumentar con el frío y contribuye a eliminar los gérmenes. La recomendación es beber como mínimo dos litros diarios, aunque no tengamos sed, puesto que esta es la primera señal de que el cuerpo se está deshidratando.
Planifica las comidas
Es muy recomendable organizar semanalmente las comidas para así asegurarnos que éstas sean saludables y equilibradas. Con esto también evitamos comer más de la cuenta y el clásico picoteo entre horas. Reme Navarro, de Mifarma, recuerda la importancia de realizar cinco comidas al día e intentar seguir unos horarios mínimamente establecidos, y que entre la última ingesta y la hora de ir a dormir transcurran un mínimo de 2 horas para poder disfrutar de un sueño reparador.
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Mantente activa
Es otro de los requisitos fundamentales para poder hacer frente al frío, combatir la bajada de temperaturas y preparar el organismo para que sea capaz de prevenir el contagio. Además, según recuerda la especialista en farmacia, "hacer ejercicio físico contribuye a la eliminación de bacterias de los pulmones y vías respiratorias, y favorece la circulación de anticuerpos y leucocitos, con lo que conseguimos combatir enfermedades de forma más rápida y efectiva".
Por si fuera poco, mantenerse activo contribuye a combatir la falta de vitalidad que se produce durante esta época del año, motivada, en parte, por la disminución de las horas de luz. “Si no es suficiente, se puede recurrir a los complementos alimenticios que nos aportan energía y vitalidad", siempre bajo consejo del farmacéutico y sin que sustituyan la dieta equilibrada y variada. "Todo ello nos ayudará a vencer la fatiga y el cansancio", concluye Reme Navarro de Mifarma.
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