La recién estrenada 'Joker', protagonizada por Joaquin Phoenix, y que ya se ha convertido en la película del año, narra la asfixiante y desgarradora existencia de un comediante, Arthur Fleck, cuya mayor ilusión es vivir para hacer reír. Sin embargo, el trastorno que padece acaba dando un giro a su destino y le convierte en el villano que hoy conocemos, eterno rival de 'Batman'. El largometraje, que nada tiene de película para niños, retrata el estigma que sufren algunas personas con enfermedades mentales. En este caso, la película sirve para hacernos reflexionar sobre cómo nos comportamos con las personas que sufren alguna rareza. Y cómo algunos enfermos que podrían haber desarrollado una existencia plena, acaban arrastrados a la marginación, víctimas de una sociedad implacable que no acepta a los ‘diferentes’.
Con la actuación magistral y digna de un Oscar del actor estadounidense 'Joker' nos muestra la cara menos amable de la risa. La involuntaria, espasmódica, no controlada y a la que pueden seguir episodios de llanto. Un tipo de risa que aparece como síntoma de un desorden neurológico, el síndrome pseudobulbar.
¿Qué es el síndrome pseudobulbar?
Se trata de “una disfunción de la musculatura inervada por los nervios que salen del bulbo raquídeo, de ahí su nombre”, explica el doctor Asier Gómez Ibáñez, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra, en Madrid. El bulbo raquídeo está situado en el cerebro, en concreto, en el tronco del encéfalo y conecta este con la médula espinal. “Está musculatura es la articulatoria, fonatoria y deglutora, es decir, se utiliza para hablar y tragar”.
El síndrome pseudobulbar no es una enfermedad en sí misma, sino “un conjunto de síntomas y signos que aparecen por diferentes causas o enfermedades que afectan a esos nervios y/o músculos”. Por ejemplo, puede darse en cualquier enfermedad que afecte a los nervios y/o músculos del área bulbar, por ejemplo un ictus o la ELA (esclerosis lateral amiotrofica). También se puede manifestar en personas con alzhéimer, párkinson o con una lesión cerebral traumática.
No es un trastorno muy frecuente. Sin embargo, no pasa desapercibido. Al igual que le ocurre al personaje de la película, los pacientes sufren disartria (dificultad para articular palabras), disfonía (alteración del tono de voz) y disfagia (dificultad para tragar). Esto puede derivar en otros signos como, por ejemplo, salivación excesiva, ya que no pueden tragarla.
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La enfermedad de la risa
Otro de los síntomas más llamativos de este síndrome es la incapacidad para controlar las emociones o las manifestaciones de estas, como la risa o el llanto. Así como mostrar reacciones exageradas. Por ejemplo, reírse de forma incontrolada en momentos inoportunos o llorar desconsoladamente sin razón.
Arthur Fleck, por ejemplo, experimenta estos ataques de risa, situación que le conduce a ser víctima de burlas y agresiones verbales y físicas. Un acoso que, sospechamos, condicionará su vida hasta el punto de convertirse en un resentido sediento de venganza (el 'Joker').
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Tratamiento del síndrome pseudobulbar
Más allá de la ficción, la realidad de este síndrome es que tiene tratamiento. Este “dependerá de la causa que lo produce pero, por lo general, los pacientes suelen someterse a rehabilitación foniátrica o deglutora”, indica el especialista en neurología.
El acompañamiento psicológico para prevenir la inadaptación, el aislamiento social, la ansiedad o la depresión asociados a este síndrome también puede ayudar a mejorar la calidad de vida de estos pacientes.