Cualquier viaje, sea vacacional o por cuestiones de trabajo, implica un cambio en nuestra rutina. Pequeños detalles que para cualquier persona no tienen por qué significar una modificación sustancial de sus hábitos cotidianos, pero que en el caso de los diabéticos es fundamental prever para evitar complicaciones posteriores. A día de hoy, la diabetes no es un trastorno que resulte incapacitante en condiciones normales, pero sí es necesario tomar precauciones en caso de traslados lejos del lugar habitual de residencia para que no nos encontremos en una situación complicada.
Todas las personas que sufren diabetes son perfectamente conscientes del alcance de su enfermedad y saben cómo actuar en cada momento. Dependiendo del tipo de diabetes que se padezca puede ser necesario uno u otro tipo de insulina o medidas, por eso es importante hablar con el médico antes de cualquier viaje para que sea él quien nos oriente en torno al plan de acción que aplicar.
En el caso de traslados a poca o media distancia y un período breve de tiempo no serían necesarias medidas especiales más allá de la rutina habitual, eso sí, es fundamental contar con una buena cobertura médica que nos permita hacer frente a situaciones que resulten extraordinarias o que haga falta atención hospitalaria.
Guía de recomendaciones básicas
No obstante, hay una serie de recomendaciones que todo enfermo de diabetes debería tener en cuenta antes de emprender cualquier tipo de viaje:
- Antes del viaje es conveniente consultar al médico para revisar las pautas del tratamiento, así como buscar posibles especialistas en el lugar de destino. A este respecto, es fundamental tener en cuenta si en el destino habrá diferencia horaria, porque esto puede confundirnos en torno a las dosis habituales.
- Informe detallado: el enfermo deberá llevar siempre consigo un informe detallado en el que se especifique el tipo de diabetes que padece, el tratamiento y el material que debe portar. Esto es muy útil para los controles del aeropuerto y en caso de que lo requieran las autoridades pertinentes.
- Conservación del material: los traslados pueden afectar al material necesario para el tratamiento. Nunca debemos levarlo en la maleta, sino en el equipaje de mano y en una nevera portátil en caso de viajar a lugares con climas calurosos.
- Material extra: es importante llevar repuestos por si ocurre algún tipo de imprevisto con el que no contábamos.
- Alimentación y ejercicio: los viajes alteran los hábitos alimenticios y la rutina de ejercicios, lo que también puede afectar a la hora de calcular las dosis necesarias de insulina, que pueden verse modificadas respecto a las habituales.