Autocuidado, un factor clave para la autoestima
Tratarnos bien y cuidarnos a través de ciertas actividades cotidianas nos ayudara a queremos más y mejor a nosotros mismos
La autoestima, o capacidad de amarnos a nosotros mismos, tiene mucho que ver con nuestro propio conocimiento. Conocerse y respetarse es un aspecto esencial para cada individuo ya que se trata del auténtico camino hacia su bienestar interior. Ser conscientes de quienes somos e identificar todo aquello que nos hace sentir bien es clave para encontrar nuestro lugar en el mundo y alcanzar un estado de armonía hacia todo lo que nos rodea. En contra de lo que se suele pensar, atendernos a nosotros mismos no tiene nada que ver con el egoísmo o el narcisismo, sino con una necesidad mucho más profunda que nos reportará una sensación de equilibrio que, asimismo, nos permitirá cuidar mejor de los demás. Comienza a quererte mejor con estas acciones tan cotidianas y, a la vez, tan importantes y descubre cómo el autocuidado es un factor clave para elevar tu autoestima.
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Cuida tu alimentación
En pleno auge del movimiento body positive, cuidar tu alimentación va mucho más allá de la mera pérdida de peso. Come bien no solo para verlo reflejado en la báscula, sino por salud. Adoptar una dieta saludable y equilibrada en la que tengan cabida todos los nutrientes es esencial para sentirte bien tanto por fuera como por dentro. Incluso, está demostrado que algunos alimentos favorecen la segregación de serotonina (una de las llamadas hormonas de la felicidad), ayudando a mantener en nosotros un estado de ánimo positivo que influirá en una mejor autoestima. Entre ellos están las nueces, la calabaza, las semillas de sésamo, la soja y los huevos.
Practica ejercicio de manera regular
"Mens sana in corpore sano". Aunque pueda parecer un tópico, el deporte es una excelente terapia que, además de reportarnos un sinfín de beneficios físicos (pérdida de peso, fortalecimiento muscular, aumento de la capacidad cardiaca y pulmonar o prevención de enfermedades como la diabetes, obesidad o la hipertensión) también nos hace más felices. Al ejercitarnos se liberan endorfinas, otras de las hormonas que nos producen sensaciones placenteras dando lugar a un equilibrio interior en nuestro cuerpo que hace que nos sintamos mucho mejor y reduzcamos los niveles de estrés. Por supuesto, el factor estético también es importante en este apartado, ya que al vernos mejor nos sentiremos mucho mejor con nosotros mismos.
Vigila tu salud
No esperes a ponerte enfermo para acudir al médico. Realiza chequeos anuales para asegurarte de que todo está en orden. En ocasiones, es mejor prevenir que lamentar y con una simple prueba rutinaria puedes localizar a tiempo un problema que, de esperar un poco más, sea irreversible. La salud es el punto de partida para conseguir cualquier meta que te propongas. Cuidarla es, sin duda, el mayor gesto de amor y reconocimiento hacia uno mismo.
Asiste a terapia si lo necesitas
Ir al psicólogo no es síntoma de debilidad, sino de fortaleza. Se trata de hacerte cargo de ti mismo, asumir la responsabilidad de tus problemas y llegar cuanto antes a una solución. Igual que vas a médico cuando tienes un problema físico, acude a un especialista en el ámbito de la salud mental si no te sientes bien emocionalmente. Juntos analizareis y profundizareis las causas de tu malestar, algo que te ayudará a conocerte y tratarte mejor.
Regálate mimos de vez en cuando
Date un masaje relajante, visita un spa, haz una escapada a la naturaleza, sal a cenara a un buen restaurante… Premiarte ocasionalmente con cualquier cosa que te haga sentir bien (siempre dentro de tus posibilidades) es un gesto de amor hacia ti mismo que te reconfortará a todos los niveles.