¿Sabías que hay un tipo de grasa que te ayuda a perder peso?

Así como insistimos en recordar que no todas las grasas son malas, tampoco nuestra grasa corporal es el enemigo. Eso sí, hay matices. “Nuestro organismo está formado por agua, masa grasa, masa magra y hueso. Cada uno de ellos tiene unas funciones diferentes pero imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo”, explica la dietista-nutricionista Marta Lorenzo, colaboradora de ¡HOLA!. Por eso, debemos entender qué tipos de grasa hay y cuáles son sus funciones.

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La grasa, por ejemplo, a pesar de que le precede muy mala fama, es necesaria. "Cumple funciones vitales de protección y de almacenamiento. Esta última permite obtener energía en caso de que el organismo lo demande. Por tanto, aunque nos empeñemos en eliminarla al máximo, no se debe disminuir más de un 3% en hombres y un 12% en mujeres". De hecho, advierte la nutricionista, tan malo es el déficit como el exceso. "Si acumulamos más de lo recomendado (un 16-20% en hombres y un 22-26% en mujeres), podemos acabar sufriendo sobrepeso u obesidad, aumentar el riesgo de sufrir ciertas enfermedades como la diabetes tipo 2, hígado graso, resistencia a la insulina o enfermedades cardiovasculares, entre otras. Pero si la eliminamos, nos quedamos sin su protección y sin ese almacenamiento esencial para determinados momentos de la vida".

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Las funciones de las grasas según el tipo

Tal como afirma la especialista en nutrición, no todas las grasas corporales son iguales y perjudiciales. Dependiendo de su función, "podemos diferenciar tres tipos en nuestro organismo", explica. 

Grasa blanca

No es metabólicamente activa. Es la grasa que se localiza en la zona abdominal y que se utiliza cuando necesitamos energía. Si se acumula en exceso puede dar lugar a un mayor riesgo de complicaciones metabólicas.

Grasa beige

Es un tejido adiposo parecido al marrón o pardo pero que, a diferencia de este, se encuentra en los depósitos del tejido adiposo blanco. Si realizamos ejercicio o tenemos frío, este tipo de grasa se activa junto con la grasa parda.

Grasa parda o marrón

Su presencia en el organismo es pequeña, por lo que no causa gordura en comparación con la grasa blanca. "Es un tipo de grasa que se activa cuando tienes frío, ya que genera calor para mantener la temperatura corporal, utilizando para ello la grasa blanca. Esto se produce porque la grasa parda contiene más mitocondrias (fuentes de energía dentro de las células) que la blanca, que son las responsables de quemar calorías para producir calor", señala Marta Lorenzo, y añade que se están realizando estudios, como el del CIBEROBN que mencionamos a continuación, para ver su implicación en la pérdida de peso, "pero aún son muy preliminares".  

Lo que sí se sabe, es que a "mayor porcentaje de grasa parda, mayor propensión a estar delgado". Asimismo, cuando más joven se es, más grasa parda hay, puesto que su porcentaje va disminuyendo con la edad. Siendo, por ello, más difícil adelgazar con el paso de los años.

También se sabe que a mayor grasa parda, mejor se regula el peso y en consecuencia, los niveles de azúcar en sangre.

Tejidos graso pardo o marrón y sus beneficios 

Como decíamos, en los últimos años se está estudiando el papel del tejido graso pardo o marrón en la pérdida de peso. También parece resultar beneficiosa para combatir enfermedades como la obesidad o la diabetes. Así lo ponía de manifiesto un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBEROBN). La investigación, realizada en un modelo animal, apuntaba a una proteína presente en el tejido adiposo marrón, la CXCL14, como la posible responsable de este beneficio. El trabajo se llevó a cabo por el equipo del catedrático Francesc Villarroya, de la Facultad de Biología del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona y se publicó en la revista médica Cell Metabolism.

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Produce células antiinflamatorias

Hasta hace poco, se conocía uno de los papeles más importante de este tipo de grasa, la de quemar metabolitos y producir calor (termogénesis). De ahí que se considerara importante para protegerse del frío e, incluso, para perder peso. Esta investigación, sin embargo, halló otra nueva función que contribuye a luchar contra los problemas que conlleva la obesidad y la diabetes.

Una de las complicaciones asociadas a la obesidad es la colonización del tejido adiposo por células proinflamatorias (por ejemplo, los macrófagos M1), un proceso que genera alteraciones metabólicas (como la diabetes) y cardiovasculares. Para contrarrestar este efecto, una vez que está activo, el tejido adiposo marrón libera la molécula CXCL14, que es capaz de reclutar células con acción antiiflamatoria del sistema inmune, los macrófagos M2. Además, el estudio también observó que la molécula es capaz de activar un mecanismo por el cual la grasa blanca, la que propicia la aparición de problemas cardiovasculares, se convierte en grasa marrón.

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En conclusión, aunque sea importante perder peso si nos sobran kilos, no debemos eliminar completamente la grasa y ponernos en manos de un especialista si nuestro objetivo es adelgazar. De esta manera lo haremos sin riesgos y sin efecto rebote.