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Cuando nos llegan noticias acerca de cómo el cambio climático afecta a la biodiversidad y pone en peligro de extinción diferentes especies de animales y plantas, a menos que vivamos en un entorno rural que nos permita conocer de cerca la fauna y la flora que nos rodea, nos cuesta tomarlo como una realidad visible si vivimos en la ciudad. En los entornos urbanos los árboles no crecen de manera natural, y los animales que más vemos por la calle son los perros que pasean a diario sus dueños. Es decir, parece que en la ciudad hemos elegido de qué entorno natural rodearnos y que por eso este no se ve afectado por la contaminación atmosférica.
Pero las ciudades no dejan de formar parte del mundo en el que vivimos, y en ellas crecen y viven todo tipo de esspecies y subespecies de animales, insectos y plantas. Y pocas cosas hay tan evidentes como las aves urbanas que nadie decidió que estuvieran en nuestra plaza, pero que forman parte de su paisaje y de la biodiversidad del planeta, y que están empezando a desaparecer.
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Cada vez hay menos gorriones en las ciudades
Sobre todo en las grandes ciudades. En ellas es donde más se ha apreciado la caída de la población de estas aves que están desapareciendo a un ritmo alarmante. Se calcula que en los últimos años y por diferentes razones hay unos 25 millones de gorriones menos en nuestro país, aunque la tendencia es similar en otros países europeos. Según los expertos, es normal que este tipo de aves pequeñas sufran fluctuaciones poblacionales, ya que se reproducen pocas veces. Lo hacen siempre en primavera, cuando hay un despunte en los datos, pero la realidad es que cada vez son menos las crías que salen adelante, aquejadas de un mal estado de salud.
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La principal causa es la contaminación atmosférica
Las aves urbanas encuentran difícil la supervivencia a causa de diferentes factores medioambientales que se han visto alterados en los últimos años, como la dificultad para encontrar alimento, como insectos y larvas, cuando las crías lo necesitan, la depredación o la convivencia con especies invasoras. Pero el exceso de contaminación atmosférica se considera una de las principales causas, junto con la falta de alimento necesario.
Existe otro tipo de contaminación que también afecta de manera visible y es la electromagnética, provocada por la multitud de antenas que pueblan las ciudades y que afecta de manera directas a las pequeñas aves urbanas. Además, las edificaciones urbanas no son construcciones que permitan a los pájaros anidar con facilidad, las ramas viejas de los árboles se retiran por motivos de seguridad y cada vez hay menos zonas verdes.
Solo aumentando la cantidad de espacios verdes y mejorando la calidad del aire estas aves urbanas podrán vivir y reproducirse. No solo los gorriones, también otras como las golondrinas y los vencejos. Y estas mejoras, además, nos benefician también a todos los que vivimos en las ciudades y al resto de especies animales que habitan en ellas.
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