Las setas son una joya de la naturaleza que hacen su aparición con la llegada del otoño. Ya en septiembre nuestros bosques y campos comienzan a llenarse de setas, níscalos y champiñones. Si te gusta recolectar, debes tener mucho cuidado con las especies venenosas, que a veces se confunden con facilidad con las especies comunes.
Si no es tu afición salir al campo a buscar setas, solo necesitas dar una vuelta por los mercados de tu ciudad para encontrar todo tipo de variedades y preparar en casa todo tipo de platos exquisitos. Pero es que, además, están repletas de beneficios para tu salud, por lo que no es de extrañar que sean un imprescindible de nuestra cocina en esta época del año.
Leer: 'Porridge' de cebada con setas
Ricas en antioxidantes
Según un estudio publicado en el Journal of Nutrition las setas contienen en sus proteínas un aminoácido llamado ergoteína que es un poderoso antioxidante. Se encuentra en abundancia en el champiñon, siempre y cuando sea silvestre. Este tipo de aminoácidos ayudan a ralentizar el envejecimiento celular, y este en concreto parece estár relacionado con la prevención de que aparezcan y se desarrollen determinados tumores.
Son bajas en calorías y saciantes
Las setas son agua casi en su totalidad, y apenas tienen 25 calorías por cada 100 gramos. Podemos usarlas como acompañamiento de cualquier plato de carne o pescado, o tomarlas solas sin miedo a que nos añadan kilos de más.
Además, resultan muy saciantes gracias al tipo de fibra que contienen, en concreto una llamada lignina. De hecho, esta fibra es uno de sus principales ingredientes y funciona perfectamente a la hora de limpiar el tracto intestinal. Y al tratarse de una fibra insoluble tiene un poder saciante que nos ayuda no comer más de lo que necesitamos y podamos prevenir así la obesidad.
Leer: Tosta de huevo y setas caramelizadas
Fuente de vitaminas y minerales
Las setas son tan ricas en nutrientes que incluso entran en los alimentos recomendados por la Fundación del Corazón para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Además su bajo contenido en sodio incide de manera positiva en nuestra presión arterial. Son una fuente de hierro, yodo, fósforo, magnesio, potasio, calcio, selenio y zinc en lo que se refiere a minerales.también son ricas en vitaminas, en concreto en vitamina A, vitaminas del grupo B (B1, B2, B3), vitamina C y vitamina D.
Las setas son una especie en vía evolutiva que las sítúa entre los vegetales y los animales. Esto hace que la proteína que contiene se considere más cercana a la proteína animal que a la vegetal. De hecho, en algunos géneros, como el de la seta de ostra se podrían encontrar todos los aminoácidos esenciales. Por eso hay quien considera que puede ayudarnos a reducir el consumo de carne y que es un alimento esencial en las dietas veganas y vegetarianas
Nos ayudan a cuidar de nuestra salud
Las setas tienen un poder antiinflamatorio para nuestro organismo, gracias a que son ricas en betaglucanos, un tipo de polisacárido que también ayuda al desarrollo del sistema inmunitario. También contienen ácido linoleico conjugado, que ayuda a reducir el colesterol malo (LDL). la flora intestinal también se ve beneficiada, ya que la lignina de las setas la mejora y favorece a ciertas bacterias que pueden ayudar a reducir la obesidad.
Leer: Patatas asadas con tomillo