Cómo actuar para que tu mascota no sufra estrés durante una mudanza o una obra en casa
Ayuda a tu mascota a que el proceso de cambio sea lo menos traumático posible
Las mudanzas – y las reformas- son una de las principales causas o motivos de estrés y ansiedad en las personas. Se tratan de procesos de cambio muy importantes para los que generalmente se necesita mucho autocontrol para manejar las emociones y no dejar que la situación nos acabe sobrepasando. Un ejercicio mental que, aunque temporal, puede alargarse en el tiempo hasta que hayamos conseguido volver a poner las piezas del puzzle en su sitio, o en este caso los muebles de nuestra casa o nuestra futura casa. Tanto si se trata de una obra, como de un cambio por completo de domicilio, conseguir crear un hogar requiere de tiempo y paciencia. Quien lo haya experimentado sabrá el enorme esfuerzo que supone. Y si para una persona adulta afrontar la situación ya es de por sí lo suficientemente complicado para nuestras mascotas el problema se multiplica encarecidamente. Sean perros, gatos, conejos, pájaros o cualquier otro tipo de animal, este tipo de procesos suelen ser para ellos bastante traumáticos, por lo que es importante llevar a cabo una serie de pasos para que el proceso sea lo más sencillo o menos estresante para ellos.
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Cuidado emocional
Aunque puedas pensar que para ellos es un simple cambio de espacio, tu casa también es su casa. Están acostumbrados a su espacio, a los muebles, olores, sonidos y es normal que no entiendan lo que está sucediendo. Si vas a mudarte intenta deshacerte primero de todas las cosas que no quieras o no necesites en tu nuevo hogar. Empieza a preparar las cajas con tiempo y no dejarlo todo para el último momento intentando, dentro de la medida que sea, mantener el orden en todo momento. Cuando empiece la mudanza en sí procura que ellos no estén cerca. Déjalos con alguien que pueda responsabilizarse de ellos y espera un par de días hasta que tengas buena parte de tus enseres ubicados en su nuevo sitio. Busca un lugar para sus juguetes, camita, etcétera antes de que tu mascota descubra su nuevo hogar. Así cuando llegue a casa reconocerá olores y le resultará mucho más fácil adaptarse. Intenta, además, que su llegada coincida con el fin de semana o con tus días de descanso en el trabajo, pues así podrás pasar más tiempo con ellos y se sentirán seguros ante lo desconocido. Si tienes perro también es una buena idea que pasees con él por tu nuevo barrio para que reconozca el lugar y vaya acostumbrándose a las calles, olores y otros animales de la zona.
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Si dentro de poco vas a enfrentarte a algún tipo de reforma u obra, piensa en tu mascota. El trabajo de los operarios puede generarles mucho miedo y estrés, por lo que si tu intención es continuar viviendo en casa mientras dure el proceso, intenta que algún familiar o amigo cuide de ellos mientras tanto, especialmente si se trata de una obra de gran envergadura.