Cuidado con los cambios de temperatura: remedios caseros para el dolor de garganta

Pocas cosas son tan molestas como el dolor de garganta cuando la tenemos irritada o inflamada. Cualquiera de estos remedios te puede ayudar a acabar a aliviar este malestar.

Por hola.com

En invierno tenemos que abrigarnos a cualquier hora del día y en verano buscamos siempre llevar la ropa más ligera posible para soportar las altas temperaturas. Pero el otoño y la primavera, a pesar de alcanzar unas temperaturas medias en principio ideales, nos dejan días en los que pasamos del frío al calor en cuestión de minutos. Y eso puede hacer que nuestro cuerpo acuse estos cambios de temperatura y nuestra garganta se resienta y comience a dolernos.

El dolor de garganta es muy molesto, puede quitarnos las ganas de hablar y comer e incluso dificultarnos conciliar el sueño a la hora de dormir. En principio el dolor de garganta, si no cursa con fiebre o con otros síntomas, no pasa de ser una muy desagradable, pero sin mayores complicaciones. Con la ayuda de algunos remedios caseros que merece la pena conocer podemos mitigar el dolor e incluso hacerlo desaparecer.

Hacer gárgaras, un remedio avalado científicamente

A veces las cosas sencillas son las más efectivas, como ocurre con las clásicas gárgaras a la hora de acabar con el dolor de garganta. Según un estudio publicado por el American Journal of Preventive Medicines, las gárgaras con agua tibia absorben el agua que hay en las células de la membrana mucosa y que se encuentran inflamadas, causando dolor. Lo ideal es añadir al agua media cucharada de sal, que ayuda a limpiar y a desinfectar esas mucosas. 

Es importante no hacerlas más de tres veces al día para que las membranas mucosas no se resequen y se produzca el efecto contrario. También es importante no tragar el agua y asegurarnos de que las gárgaras no duren más de medio minuto.

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Date una ducha caliente

Además de ser reconfortante, el agua caliente de la ducha nos ayuda a luchar contra la sequedad del ambiente. Si tenemos un humidificador es el momento de ponerlo a funcionar. Si no, el vapor que desprende el agua caliente servirá para hidratar las mucosas y aliviar las mucosas. Si dispones de bañera, sumergirte en ella con el agua caliente y unas gotas de aceites esenciales también es un excelente remedio.

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Prepara un buen caldo

El efecto de una cucharada de un caldo caliente se nota de inmediato en la garganta y también en las fosas nasales si se hubieran obstruido. Cualquier caldo sirve pero, al parecer, los más efectivos son los de pollo, verduras o ternera. El calor alivia el dolor, nos aporta sodio e hidrata las mucosas.

En cuanto a aquellos alimentos que es mejor evitar, el tomate debería quedar fuera de tus caldos por ser demasiado ácido, al igual que los lácteos, que propician la producción de las mucosidades.

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Toma un té de jengibre

Infusiona unas rodajas de raíz de jengibre y pronto notarás su poder antiinflamatorio en la membrana mucosa. También puedes rallar un poco de la raíz y añadírselo a tus caldos o demás platos. La ventaja de la infusión es que, al igual que ocurre con los caldos, además nos hidrata y da calor. No es necesario que bebas más de tres tazas de este té al día para notar sus efectos.

Macera zanahoria con miel

Es uno de los secretos mejor guardados por los profesionales de la voz, como son los cantantes. Ralla en un recipiente una zanahoria, añade miel, y deja que macere durante toda la noche. A la mañana siguiente cuela el caldito que haya e introdúcelo en una botella de la que puedas ir tomando pequeños sorbos a lo largo del día. Al parecer es mano de santo.

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