¿Influirá en la autoestima el fin de la era 'like' en las redes sociales?

Facebook e Instagram han comenzado a hacer pruebas para ocultar el número de 'me gusta' de las publicaciones de sus usuarios

por Gtresonline

Las redes sociales tienen los días contados como medidores de popularidad. El verano pasado Instagram llevaba a cabo un innovador experimento al ocultar el contador de likes y reproducciones de vídeo en 7 países (Australia, Brasil, Canadá, Irlanda, Japón, Nueva Zelanda e Italia). De esta manera solo se muestran públicamente los comentarios y no el índice de aceptación que las publicaciones han generado entre los seguidores.

Una opción similar a la que Facebook ha comenzado a probar en Australia y Vietnam. En ambos casos, se trata de medidas piloto muy aplaudidas y que las propias compañías han decidido adoptar en un acto de responsabilidad social en favor de la autoestima de las personas, sobre todo, de los más jóvenes.

Los millennials y miembros de la generación Z son prácticamente nativos digitales, han nacido 'con un móvil en las manos' y no conciben la vida sin exhibirla y exponerla al juicio de los demás mediante testimonios gráficos de lo que se encuentran haciendo en todo momento. Una nueva realidad que ha generado una enorme ansiedad y la necesidad constante de estar al tanto de todo en todo momento, fenómeno conocido como FOMO (fear of missing out en sus siglas en ingles), es decir, el miedo a perderse algo.

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Calidad y no cantidad

Al ocultar los likes, lo que estas grandes corporaciones pretenden es que la gente no se sienta obligada a publicar cualquier cosa con el único fin obtener la aprobación de los demás. El objetivo es la calidad y no la cantidad, evitando con ello la frustración y sensación de fracaso si no se consigue 'despertar la envidia de los demás'. "Queremos que tus amigos se centren en las fotos y vídeos que compartes, no en la cantidad de 'me gusta' que obtienen", aseguraban desde Instagram el pasado julio. De todos modos, esta opción no desaparece del menú puesto que cada usuario sí que puede ver sus propios likes, pero no así sus seguidores, por lo que se trata de una medida parcial.

Esta plataforma es la que mayor calado tiene entre los jóvenes con un 41% de usuarios menores de 24 años. El motivo es que para este sector de la población es mucho más 'visual' que las generaciones anteriores, primando la imagen sobre el texto escrito. Algo que también tiene unas consecuencias muy negativas, ya que ha sido valorada como la peor red social en relación con la salud mental y el bienestar de los jóvenes, según el estudio #StatusOfMind de la Royal Society for Public Health.

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Graves consecuencias

La obsesión por la propia imagen y la necesidad de aceptación son dos de los principales efectos negativos que las redes ejercen sobre los adolescentes. Unos factores que en unas mentes no lo suficientemente maduras pueden traducirse en una gran inseguridad y derivar en serios trastornos de la personalidad si no se abordan a tiempo. Además, pueden tener unos gravísimos daños colaterales, como el ciberacoso.