A la mayoría, por no decir a todos, nos gusta tener la casa limpia y ordenada. Es más, un entorno pulcro y aseado aporta tranquilidad mental, está bien visto por los demás y suele apreciarse socialmente que una tenga su hogar o su puesto de trabajo en 'perfecto estado de revista'. Por si fuera poco, la buena higiene evita la proliferación de microorganismos que pueden causarnos una enfermedad infecciosa. Sin embargo, algunas personas 'se pasan'. Acaban convirtiendo una necesidad en una obsesión y es entonces cuando se puede sospechar la manifestación de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
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¿Qué es la obsesión por la limpieza?
Una obsesión es un pensamiento insistente que domina a la persona, al menos intermitentemente, pese a que esta lo considere injustificado, absurdo e intente librarse de él. Hay muchos tipos de obsesiones y el de la limpieza es uno de los más comunes. "Y más en la actualidad, ya que la pulcritud se asocia a la hiperresponsabilidad y a la perfección, algo permitido e, incluso, admirado", señala la psicóloga sanitaria Sonia García Rodríguez, de Paz de Roda Centro de Psicología, en Madrid. Pero, como cualquier otro TOC es muy limitante, es aconsejable que se trate y comprender cuál es el mecanismo de un trastorno obsesivo compulsivo.
"Empieza por un pensamiento u obsesión, por ejemplo, los vasos de la cocina tienen que estar colocados de determinada manera, las camisas organizadas de una forma característica o la casa tiene que estar perfectamente ordenada antes de salir a hacer cualquier actividad. Este pensamiento genera ansiedad. La persona responde a ella colocando, limpiando y ordenando. Este impulso patológico, que a veces también se manifiesta con actos o gestos particulares, es la compulsión. Se siente un alivio momentáneo cuando se ha satisfecho la acción que antes generaba malestar. Pero he aquí el problema: el cerebro interpreta que esa es la única estrategia para calmar la ansiedad", detalla Sonia García.
Y a pesar de que el paciente puede ser consciente de que este acto puede ser absurdo o está injustificado, sufre tal angustia al no poder satisfacerlos que entra "en un bucle" en el que se refuerzan los pensamientos y las acciones. "El único modo de acabar con este círculo vicioso es romperlo", afirma la psicóloga de Paz de Roda Centro de Psicología.
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Causas de este comportamiento obsesivo
Tener un trastorno obsesivo compulsivo por suciedad o contagio, que así se llama medicamente y que suele aparecer asociado al TOC por desorden, no es lo mismo que el gusto por tenerlo todo impoluto. "Se considera que la persona padece este problema cuando este interfiere en su vida personal, familiar, social y laboral o cuando genera mucha ansiedad", explica la experta.
No se sabe qué desencadena este comportamiento. "Se están realizando estudios y se sospecha que puede tener que ver con una hiperactivación de la serotonina, aunque son necesarias más investigaciones para concluir que esta es la causa", apunta la psicóloga.
Suele aparecer en personas que sufren ansiedad, son perfeccionistas, responden a conductas aprendidas a lo largo de su vida, pueden ser hijos de padres estrictos que insistían mucho en "hacer las cosas bien", etc.
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Tratamiento para la obsesión por la limpieza
El tratamiento para un trastorno obsesivo compulsivo es romper el 'bucle', como decíamos. "En este caso consistiría en que la persona se exponga al desorden y la suciedad y que vea así que no pasa nada. Es decir, dejar que esos pensamientos aparezcan pero no ceder a ellos. Poco a poco, el cerebro dejará de interpretarlo como una amenaza y verá que no ocurrirá nada por no limpiar u ordenar uno o dos días", indica.
Sin embargo, esta exposición no debe realizarse a la ligera, abiertamente y sin ayuda profesional, puesto que podría provocar mayor ansiedad, que haría que el individuo no la soporte y acabe realizando la compulsión y que el cuerpo se reafirme en la idea de que esos pensamientos u obsesiones son realmente una amenaza mucho mayor que solo puede desaparecer llevando a cabo la compulsión.
Para que esto no ocurra "se necesitan pautas que establecerá el personal sanitario que atiende al paciente", indica la especialista.
Por ello, recuerda la psicóloga Sonia García, hay que acudir al médico cuando se sospecha que se puede padecer este trastorno. "Lo ideal es que el paciente reciba una terapia psicológica para que aprenda las herramientas necesarias para hacer frente a sus pensamientos obsesivos y que estos desaparezcan. En ocasiones, puede ser necesario el tratamiento farmacológico, aunque suele ser en contadas ocasiones y solo cuando esta ansiedad es extrema y no se puede trabajar con terapia". Por otro lado, el TOC no es un trastorno de salud mental que deba abordarse solo con medicamentos, puesto que, por sí solos, no eliminan el problema.
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Cómo vivir con una persona con este TOC
Otro aspecto importante de la obsesión por la limpieza es que la convivencia puede ser muy tortuosa, puesto que las personas que pueden alcanzar un nivel de rigidez y perfeccionismo que afecte a la pareja. "Pueden generar en el entorno sentimientos de inseguridad y estrés. De hecho, es habitual que los obsesivos adopten comportamientos de anulación con frases como quita que ya lo hago yo porque tú no sabes hacerlo", advierte Sonia García.
Además, insiste la especialista, puede darse un comportamiento dual que se observa en las terapias de pareja. Por un lado, "la persona que sufre el TOC se queja de que la otra 'no hace nada', pero cuando empiezas a explorar te das cuenta de que en realidad no le deja porque no lo hace exactamente como quiere". Si a eso se le suma que la obsesión por tenerlo todo ordenado y limpio interfiere en otras actividades familiares o de pareja, es habitual que surjan los conflictos. De ahí la importancia de tratar estos problemas y acudir al psicólogo o al médico de atención primaria, para que derive al especialista y así tratarlos lo antes posible", concluye la psicóloga Sonia García Rodriguez, de Paz de Roda Centro de Psicología.