El sedentarismo, igual que ocurre en el caso de las personas, puede verse traducido en forma de sobrepeso en nuestras mascotas. Los gatos domésticos, al no salir de nuestros hogares, suelen dormir una media de 18 horas diarias, algo que, unido a una mala alimentación y a una falta de actividad – juegos, etcétera-, suele acabar provocándoles drásticas subidas de peso seriamente perjudiciales para su salud. Enfermedades como la diabetes, cálculos urinarios, problemas cardiovasculares o respiratorias, entre otras, son solo algunos de los problemas que puede padecer tu gato si no controlas su peso. Existen múltiples razas de felinos y, dependiendo de la misma, así como del tamaño y sexo de cada uno de ellos, su peso puede variar.
Se estima que alrededor de un 40% de los gatos domésticos padecen sobrepeso a lo largo de su vida. Con el paso de los años es más frecuente que tiendan a engordar, por lo que lo mejor ante estos casos es siempre acudir al veterinario para que nos aconseje y recomiende una dieta específica a sus necesidades y determine el peso más aconsejable para tu minino.
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Alimentación
Los gatos esterilizados suelen comer más que aquellos que no lo están, aunque un buen control de su alimentación no tiene por qué derivar en obesidad. Si aun así tu gato está gordo, lo más probable es que necesites reducir el nivel de carbohidratos de su dieta y sustituirlos por una mayor cantidad de proteínas. Algunos piensos contienen elevados porcentajes calóricos y numerosas grasas que no benefician a la salud de tu gato. Lee la composición y trata de buscar comida baja en grasa y con pocas calorías. Aquella elaborada con ingredientes naturales y con alto contenido en fibra puede ser una opción perfecta para ellos. La comida blanda suele ser más rica en proteína y más 'sana' a nivel nutricional, combínala con un buen pienso para que tu amigo de cuatro patas tenga una alimentación mucho más completa.
Por otro lado, intenta acostumbrarlo a tener un horario fijo de comidas y controla las raciones que le ofreces, si ha engordado mucho de repente puede que tengas que reducir la cantidad de comida que ingiere. Además, es importante que controles la cantidad de 'chuches' o 'recompensas' que le ofreces, y determinar si realmente se han convertido en un premio o en un mala costumbre adquirida.
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Ejercicio
Aunque hay gatos más tranquilos que otros es necesario que todos tengan cierta actividad diaria. Compra juguetes específicos para ellos y juega con ellos un par de veces al día. El ejercicio y las pequeñas carreras le ayudarán a mantenerse activo, a quemar calorías y a tener un mejor descanso. Además, la actividad física también contribuirá a reducir sus niveles de estrés y de ansiedad, factores que podrían estar contribuyendo a que tu gato coma más comida de la que realmente necesita.
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