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Ser optimista ante la vida no es una actitud positiva sin más. Se trata de un rasgo de nuestra psicología que nos hace creer que las cosas que están por venir serán positivas y que en el futuro podremos decidir en los aspectos importantes de nuestra vida. Esto solo de por sí ya es interesante porque, indudablemete, nos hace la existencia más placentera y fácil. Pero es que el optimismo tiene algo muy importante además que ofrecernos,y es que, según un estudio publicado en Proceding of the National Academy of Sciences (PNAS) nos hace vivir más.
El estudio se realizó en Boston (EE.UU.), en la Escuela Universitaria de Medicina, y se preguntó a más de 70.000 personas por su emociones cuando pensaban en el futuro. Además de valorar los niveles de optimismo tuvieron en cuenta factores decisivos para la salud, como los hábitos deportivos y alimenticios. Las conclusiones fueron que, en el caso de las mujeres, las más optimistas viven has un 15% más que las que no lo son; y en el caso de los hombres el porcentaje se reducía un poco, hasta casi un 11%.
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Qué tiene el optimismo para lograr esto
A los propios investigadores les cuesta concretar cuál es la relación directa que existe entre el optimismo y la longevidad, pero todo apunta a cómo consigue ayudarnos a tener unos hábitos de vida que nos hacen más saludables, como cuidar la alimentación y hacer ejercicio con regularidad. Aunque tampoco descartan que sean precisamente estos hábitos los que nos convierten en personas optimistas.
Existen otros estudios que sugieren que las personas optimistas sobrellevan mejor el estrés que las que no lo son, y que eso también revierte en su salud. Cuando miramos la vida con optimismo los problemas se realtivizan y no nos afectan de la misma manera que si tenemos una tendencia más pesimista. En cualquier caso, como recurso psicológico, los implicados en estos estudios se atreveb a confirmar que el optmismo es una de las claves de la longevidad.
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Cómo puedes ser más optimista
Si piensas que, por lo general, tus días son más malos que buenos seguramente no mires la vida con optimismo y positividad, pero puedes trabajar para lograrlo. Lo más importante es que revises cuál es tu estado de autoestima, y que si es bajo comiences a encaminarlo hacia uno más alto que te permita quererte como te mereces y mirar la vida desde otros puntos de vista más positivos.
Haz un balance real de tu vida, sé capaz de apreciar todo lo bueno que tienes, la suerte que te rodea, porque seguramente sea mucha, y disfruta de ella. Cuida tu entorno para que te haga sentir bien, introduce el orden (no obsesivo) en tu rutina para poder disfrutar más y mejor de tu tiempo y mímate como te mereces, es decir, cuidando el descanso, el tiempo de disfrute, la salud...
Y para evitar que lo negativo se instale en ti aprende a dejar a un lado aquello que no te beneficia y te hace infeliz. Y esto supone poder decir que no a aquello que te quita tiempo de placer y positividad. Aprende también a encajar los fracasos, porque no son algo negativo, solo son parte de la vida y no van a desparecer. Lo único que puede cambiar es tu actitud hacia ellos.
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