El cambio climático ya es una de las principales preocupaciones para la población mundial. Un problema del que se debe tomar conciencia cuanto antes dado que sus consecuencias sobre los océanos y la criosfera (las zonas congeladas de la Tierra) son irreversibles. Este es tan solo uno de los graves impactos que el calentamiento global tendrá sobre el planeta en los próximos años, según el último informe especial elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y publicado recientemente en Mónaco. Un documento que coincidía en las mismas fechas que la Cumbre de Acción climática de la ONU y que vierte otras interesantes conclusiones y medidas a tener en cuenta si queremos preservar la vida tal y como la conocemos hasta ahora.
Uno de los datos más escalofriantes extraídos es que la elevación del nivel del mar (en la actualidad de unos 15 centímetros con un ritmo de crecimiento de 3,6 milímetros anuales) podría alcanzar los 84 centímetros de aquí a 2100 si se mantiene la tendencia actual de aumento de las temperaturas, de un grado centígrado con respecto a niveles preindustriales. Un factor que acelera el deshielo de los glaciares, con sus consecuentes inundaciones y aumento del nivel del mar. Además, el calentamiento ha provocado que las aguas sean más ácidas, menos productivas y que los fenómenos extremos costeros sean cada vez más violentos.
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Cambios en los ecosistemas oceánicos
El incremento de las temperaturas no solo ha provocado que las aguas absorban en mayor medida el calor, sino que también se altere su composición volviéndose más ácidas y afectando gravemente a la vida marina. Algo que se ha visto reflejado en los cambios en la distribución de las poblaciones de peces, reduciendo consigo las capturas a nivel mundial y poniendo en peligro el medio de subsistencia y alimentación de las comunidades que dependen de la pesca.
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Mayor frecuencia de episodios meteorológicos extremos
La subida del nivel del mar también incrementará la frecuencia de los episodios extremos que tienen lugar durante las mareas altas y las tormentas, como los ciclones tropicales. Los datos indican que, con cada grado de calentamiento adicional, aquellos fenómenos que en el pasado se producían una vez cada 100 años podrían producirse anualmente a mediados de siglo en muchas regiones, poniendo en grave peligro muchas islas pequeñas y ciudades costeras de baja altitud. Esto ocasionaría importantes inundaciones y que algunas regiones insulares dejen de ser habitables.
Adopción de medidas urgentes
En el informe se llega a la conclusión de que una reducción marcada de las emisiones de gases de efecto invernadero, la protección y la restauración de los ecosistemas, y una gestión cuidadosa del uso de los recursos naturales permitiría preservar los océanos y la criosfera. "Solo podremos mantener el calentamiento global muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales si aplicamos transiciones sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad, por ejemplo, en los ámbitos de la energía, la tierra y los ecosistemas, las zonas urbanas y las infraestructuras, y la industria. La adopción de políticas climáticas ambiciosas y la reducción de las emisiones también protegerán los océanos y la criosfera y, en última instancia, permitirán velar por el conjunto de la vida en la Tierra", ha asegurado Debra Roberts, copresidenta del Grupo de Trabajo II del IPCC.