Si tienes el colesterol alto puede ser a causa de tu predisposición genética o de haber llevado una alimentación poco saludable y un estilo de vida sedentario. En cualquier caso, si en tus analíticas se han disparado los niveles de colesterol seguramente tu médico ya te ha dado unas pautas para cuidar tu alimentación que no resultan difíciles de seguir cuando comes en casa. El problema viene cuando tenemos que comer fuera, ya sea porque, por ejemplo, hemos quedado con amigos, tenemos una comida de trabajo o estamos de viaje. Es entonces cuando corremos el riesgo de saltarnos las indicaciones que nos han dado y elevar sin pretenderlo nuestros niveles de LDL (colesterol malo).
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Aunque no es el único factor, nuestra alimentación determina los niveles de colesterol malo en sangre, por lo que no hemos de bajar la guardia a la hora de seguir unas pautas alimentarias adecuadas. Tener el colesterol alto, aunque no ofrezca ninguna sintomatología visible, es un enemigo silencioso de nuestra salud que puede ocasionarnos serios problemas cardiovasculares. Por eso no podemos considerar las comidas fuera de casa como excepciones en las que podemos obviar las pautas que nos haya recomendado nuestro médico, pero es posible que disfrutes de la comida sin poner en riesgo tu salud.
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Esto es lo que debes hacer en un restaurante
Si ya conoces el establecimiento, piensa con antelación lo que vas a tomar y no te dejes llevar por la improvisación o los antojos del último momento. Si es la primera vez que vas, examina la carta con detenimiento y pregunta al camarero cualquier duda que te surja sobre la elaboración e ingredientes de los platos que te interesan. No dudes en hacerlo, porque es mejor pregurtar a tiempo que perjudicar tu salud pidiendo algo que no deberías tomar.
Prioriza cualquier plato que está elaborado a la plancha, al vapor, a la parrilla o al horno. Como guarnición olvídate de las patatas fritas y opta por ensaladas, arroz integral o verduras a la plancha. Si alguno de los platos que te interesan va acompañado de una salsa, pide que no te la pongan porque por lo general suelen tener un alto contenido en grasa. Descarta el marisco y las carnes rojas. En su lugar, pide pechuga de pollo o cualquier pescado al horno.
A la hora del postre la opción ha de ser siempre fruta; y para beber, agua. Tanto el alcohol como los dulces están diseñados para hacer que tus niveles de colesterol aumenten innecesariamente. Cuando pidas el café, asegúrate de que sea con leche desnatada.
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Y si vas a un buffet
Si leer una carta ya es una tentación, tener toda la comida preparada delante de nuestros ojos y no coger aquello que no debemos puede suponer un auténtico esfuerzo. Pero como lo que está en juego es tu salud, no te dejes llevar por el impulso y piensa siempre en un primer plato que consista en una ensalada o en verduras. Pero no todo vale: evita las que contengan pasta, bacon, queso rallado o ya incorporen el aderezo. Es preferible que seas tú quien la aliñe con un poco de aceite de oliva.
Las cremas de verduras y sopas pueden parecer una buena opción, pero seguramente contienen más grasas de las que pudiera parecer a primera vista. Toma legumbres antes que pasta, evita el pan blanco y el puré de patatas y, sobre todo, coge toda la comida de una sola vez para ser capaz de ver qué cantidades vas a tomar y huye de la tentación de repetir.
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