¿Se puede aprender a disfrutar de la vida? Según los expertos, sí.

Se trata de uno de los anhelos más buscados por el ser humano a lo largo de la historia. Lograr alcanzar la felicidad es uno de los principales objetivos personales de cualquier individuo a lo largo de su vida. Un sentimiento que abarca todas y cada una de las esferas de nuestra existencia y que se ha convertido incluso en objeto de estudio en los últimos años. Acostumbrados a una vida rutinaria en la que el estrés, la falta de tiempo libre y los problemas cotidianos son los auténticos protagonistas, en muchas ocasiones nos sentimos poco plenos y, por ende, menos felices. Una complicada realidad que puede modificarse para lograr un mayor nivel de satisfacción emocional en nuestro momento presente. Así lo ha plasmado Juan Dharma, doctor en Filosofía e investigador en Psicología, en su libro Guía de viaje hacia la vida de tus sueños. Una obra en la que, como asegura su sinopsis, el lector podrá empezar a ser feliz tomando una sencilla decisión: "agarrar las riendas de su vida y cambiar todo aquello que no le guste".

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Una difícil empresa que incluye la acción como parte fundamental de esta innovadora propuesta: "El reto de este libro es poder extraer de mi conocimiento un plan de actuación para que, a medida que se va leyendo, se realicen unos ejercicios prácticos, concretos y muy adaptados a cada uno de los cientos y miles de objetivos de cada lector". Según apunta el experto, llegar a alcanzar nuestros sueños pasa por un trabajo previo de identificación: "Se puede conseguir la vida que soñamos, sin embargo, hay que aclarar a este punto que a veces creemos que sabemos lo que queremos y en realidad poseemos unos deseos confusos que son muy difíciles de llevar a la práctica, como tener más dinero, un buen trabajo o una pareja perfecta. Estos deseos son en muchas ocasiones tan abstractos que se convierten en tareas difíciles de llevar a la práctica. Cuanto más claro tengamos nuestros objetivos, más fácil será lograrlos. Eso no quiere decir que no haya que esforzarse".

Tras ese primer paso, la siguiente tarea se desarrollaría marcando el destino: "Hay que tener claro el destino para nuestro viaje. Nuestro objetivo son las cosas que nos llenan de alegría y emoción en la vida, como son los anhelos de la infancia. Se trata de recuperarlas del pasado, darles una forma adulta, no conformista pero sí realista. Una vez lo tenemos claro debemos localizar todo lo que se nos está oponiendo en nuestro presente para conseguirlo y diseñar un plan para conseguirlo".Estos pasos necesitarían ser estudiados durante el proceso de trabajo personal: "Después de identificar y pasar a la acción es conveniente revisar el plan a medida que se está realizando ya que, la vida no es estática y pueden existir componentes externos o circunstancias que la modifiquen. Adaptarse a las nuevas realidades para que no nos frustren y seguir con nuestro plan adaptándonos a lo que suceda, sería el paso definitivo para conseguirlo".

Un método cambiante en el que resulta de capital importancia la actitud con la que nos enfrentamos a él: "El plan consiste en enfrentarnos a nuestros miedos, a la vergüenza, asumir también a malas decisiones del pasado que nos han llevado a situaciones presentes, trabajar la autoestima y modificar pensamientos limitantes para transformar punto a punto los miedos y otros frenos que nos impidiendo ponernos en marcha para conseguir lo que queremos". Un proceso abordado con gran maestría en el que, además se incluyen sencillos trabajos prácticos y que sirven de gran ayuda al lector: "Hemos pretendido no solo explicar todo lo teórico, sino también extraer del conocimiento un plan práctico para que, a medida que se lee, se pongan en funcionamiento determinados ejercicios muy concretos y específicos, pero sobre todo adaptado a los diferentes casos de cada uno de los lectores".